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De migrante deportado a estrella Michelin: el ascenso del chef mexicano Lalo García

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De migrante deportado a estrella Michelin: el ascenso del chef mexicano Lalo García
De migrante deportado a estrella Michelin: el ascenso del chef mexicano Lalo García

19 de agosto de 2025 – Ciudad de México – EFE.

A sus 16 años, Eduardo ‘Lalo’ García, un chef mexicano nacido en Guanajuato, empezó su vida laboral lavando platos en un restaurante de Atlanta, Estados Unidos. En ese momento no sabía que ese trabajo marcaría el inicio de una carrera que lo llevaría a convertirse en uno de los chefs más aclamados de México y a ganar una estrella Michelin con su restaurante, Máximo. García admitió en una entrevista con la agencia EFE que su motivación no era la fama, sino la necesidad de trabajar. Nunca imaginó que la cocina se convertiría en su profesión de por vida.

A los nueve años, su familia se mudó a Estados Unidos. Durante una época, García trabajó en el campo cosechando frutas y verduras. Allí, experimentó en primera persona los efectos dañinos de los pesticidas y agroquímicos, que le provocaron problemas en la piel y pérdida de cabello. Estas mismas sustancias habían sido las responsables de la muerte de su padre por cáncer gastrointestinal. Por su propia experiencia, García critica la narrativa que tacha a los migrantes mexicanos de delincuentes, pues considera que ellos hacen los trabajos más duros que otros evitan y, a fin de cuentas, mejoran la calidad de vida en Estados Unidos.

El chef también afirma que la migración mexicana ha sido, en gran medida, inevitable, ya que los gobiernos no han hecho lo suficiente para apoyar económicamente a las personas que dependen del campo. Sumado a esto, los migrantes en Estados Unidos se ven obligados a trabajar en condiciones desfavorables y con salarios bajos. Según García, en ese país, a los inmigrantes se les contrata cuando son necesarios, pero se les rechaza cuando su trabajo ya no se requiere. Además, García explicó que aunque el tratado de libre comercio entre EE. UU. y Canadá ha beneficiado a México, también ha perjudicado la agricultura nacional al hacer que las ganancias sean mínimas y los costos de cultivo sean muy altos, lo que ha empujado a muchos agricultores mexicanos a buscar trabajo en el campo estadounidense.

García rememoró cómo su propia familia se vio afectada por este fenómeno. Cuando era niño, creía que nunca volvería a México y durante su infancia y adolescencia, se convenció de que no había oportunidades para progresar en su país natal. Su perspectiva cambió en 2007, cuando fue deportado por segunda vez y se le prohibió volver a los Estados Unidos. A partir de ese momento, García tomó la decisión de quedarse en México y prosperar allí. Se siente orgulloso de ser una persona que migró y que, después de ser deportado, decidió quedarse y triunfar en su propio país.

Después de conseguir en junio su primera estrella Michelin con Máximo, un restaurante que fusiona la gastronomía mexicana con técnicas francesas y ha estado en la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina desde 2015, García está convencido de que el “sueño mexicano” es una realidad. Afirmó que México es un país lleno de oportunidades y que el factor más importante para triunfar no es tener dinero, sino la confianza en uno mismo. En su restaurante, también da trabajo a otros mexicanos que han regresado de Estados Unidos con experiencia culinaria, ya que cree que la cocina es un sector con muchas posibilidades de crecimiento.

Para García, el valor más grande de los reconocimientos no está en el premio en sí, sino en el trabajo en equipo que los hizo posibles, pues él solo no lo habría logrado. Su visión va más allá de los reconocimientos. Como embajador de Save the Children, organiza cerca de 20 cenas al año, y las ganancias se destinan a esta organización. Inspirado por su experiencia como niño migrante, sueña con que todos los dueños de restaurantes en México realicen al menos una cena a beneficio de esta fundación, la cual, según él, le “tocó el corazón”.

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