6 de noviembre de 2025 – Miami (EE.UU.) – EFE.
Una jueza federal en Estados Unidos dictaminó este jueves que los agentes de inmigración deben abstenerse de emplear cualquier tipo de fuerza contra los periodistas y manifestantes que se encuentren en Chicago realizando actividades pacíficas. La magistrada concluyó que las tácticas actuales implementadas en la ‘Operación Midway Blitz’ de la Administración Trump infringen los derechos constitucionales de estas personas.
La orden judicial fue emitida por la jueza federal Sara Ellis, del Distrito Sur de Illinois, luego de haber documentado numerosas violaciones ocurridas en las semanas recientes. Esta medida cautelar responde directamente a una demanda que acusa a los agentes federales de utilizar fuerza excesiva durante las operaciones de control migratorio que han estado llevando a cabo en el área metropolitana de Chicago.
Debido a las reiteradas críticas por el incumplimiento de sus directivas previas por parte de los funcionarios federales, la jueza Ellis determinó agregar a su orden la obligación de que los agentes involucrados en las operaciones utilicen cámaras corporales. La magistrada explicó que este nuevo fallo sirve para perfeccionar una orden anterior, la cual ya exigía a los agentes portar identificaciones visibles y prohibía específicamente el uso de ciertas herramientas de control de disturbios, como el gas lacrimógeno, contra manifestantes y periodistas que actuaran de manera pacífica.
La jueza incluyó en su documentación casos específicos en los que agentes de la Patrulla Fronteriza recurrieron a la fuerza contra residentes, incluyendo personas que participaban en protestas y actos de oración, lo que representaba una aparente violación tanto de la Primera Enmienda como de la orden judicial previa que prohibía el uso de gases lacrimógenos y otros métodos contra individuos que no representaban una amenaza inminente. Durante una audiencia celebrada el miércoles, Ellis escuchó testimonios de líderes religiosos, manifestantes y residentes que expresaron sentirse aterrorizados por las acciones observadas durante la ‘Operación Midway Blitz’.
Según la información documentada, desde principios de octubre, los agentes federales emplearon gases lacrimógenos y balas de pimienta en al menos siete ocasiones distintas sin emitir las advertencias previas requeridas y sin acatar las directrices judiciales. La jueza fue enfática al declarar que el gobierno había mentido bajo juramento y que el comportamiento violento mostrado por los agentes en el área de Chicago no parecía mostrar ninguna señal de cese o moderación.
Además, Ellis señaló que las grabaciones de las cámaras corporales de los agentes, proporcionadas por el ICE, presentaban inconsistencias con las versiones que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había ofrecido sobre varios incidentes ocurridos en los dos meses anteriores. La jueza observó que los videos evidenciaban un claro y desmedido uso de la fuerza contra los manifestantes durante las operaciones de control migratorio. Esto incluía el despliegue de gases lacrimógenos sin previo aviso, lo que generaba caos y empujaba a los manifestantes al suelo, tanto en el centro de detención del ICE en Broadview como en las calles circundantes de Chicago. También desestimó el testimonio grabado del comandante de la Patrulla Fronteriza, Greg Bovino, a cargo del operativo, quien había defendido sus propias acciones y las de los agentes federales.
La jueza Ellis concluyó de forma categórica que las pruebas presentadas por el gobierno eran “simplemente inverosímiles” y calificó el uso de la fuerza como “inconcebible”. Por ello, ordenó que el testimonio de Bovino, que hasta ese momento se había mantenido en reserva, fuera divulgado públicamente.
































