24 de noviembre de 2025 – Washington – EFE.
A pesar de estar a solo ocho meses de la finalización de su mandato, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha procedido discretamente a diluir el controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). La justificación oficial para esta medida es que otras entidades federales se encargarán de “institucionalizar” y continuar con las prácticas de lucha contra el despilfarro que la agencia había implementado.
Scott Kupor, director de la Oficina de Gestión de Personal (OPM), confirmó a través de un mensaje en la red social X que el DOGE, una entidad concebida por el multimillonario Elon Musk, ya no está a cargo de liderar los esfuerzos para disminuir el gasto y la magnitud del Gobierno federal, una iniciativa que había marcado los primeros meses del segundo período de Trump.
Kupor hizo hincapié en que, si bien el DOGE podría carecer de un mando centralizado bajo el Servicio DOGE de EE. UU. (USDS), los principios fundamentales que lo guiaron permanecen en vigor. Estos incluyen la desregulación, la erradicación del fraude, el derroche y el abuso, la reestructuración de la fuerza laboral federal, y la priorización de la eficiencia en el funcionamiento del gobierno.
El director de la agencia de recursos humanos del Gobierno federal realizó estas declaraciones en respuesta a informes que se basaban en sus propias afirmaciones de que el DOGE había “dejado de existir” dentro de la estructura administrativa. Insistió en que dependencias como la OPM y la Oficina de Personal de la Casa Blanca asumirán estas responsabilidades y las harán permanentes dentro del sistema.
Aunque Kupor manifestó que sus palabras habían sido malinterpretadas, no negó la pérdida de protagonismo de la agencia. El DOGE había visto mermado gran parte de su poder tras la renuncia de Musk del Gobierno a finales de mayo y el posterior conflicto público con su antiguo aliado Trump, a quien el empresario acusó de desmantelar su trabajo en el DOGE con un “abominable” plan de recortes fiscales.
Al ser consultada sobre el futuro de la agencia, la Casa Blanca comunicó a EFE que el DOGE siempre ha estado integrado en todas las agencias y que esto se mantendrá, asegurando que las entidades continúan enfocándose en la reducción del despilfarro, el fraude y el abuso. Por su parte, el DOGE, en un comunicado publicado en X, aclaró que la orden ejecutiva que creó el Servicio DOGE de EE. UU. (USDS) sigue vigente, y que el USDS continúa colaborando con las agencias para modernizar la tecnología y el software federal, buscando maximizar la eficiencia y la productividad gubernamental.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental fue establecido por iniciativa directa de Musk, con un mandato previsto hasta el 4 de julio de 2026 y el objetivo original de generar un ahorro de un billón de dólares para las arcas públicas, cifra que más tarde fue ajustada a unos 150.000 millones. A pesar de los más de 120.000 despidos federales generados (la mayoría de ellos paralizados por procesos judiciales), la desarticulación de entidades como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la suspensión de programas, la Administración de Trump todavía no ha clarificado la magnitud total del trabajo realizado ni el alcance real del DOGE, el cual también ha sido objeto de diversas demandas debido a su opacidad y al acceso de su personal a información considerada sensible.
