17 de diciembre de 2025 – Washington – EFE.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, oficializó este lunes una medida administrativa de gran calado al otorgar al fentanilo la categoría de arma de destrucción masiva. Durante un acto público, el líder republicano argumentó que este narcótico ha causado daños irreparables en la sociedad norteamericana durante los últimos tiempos, por lo que su nueva clasificación busca blindar a la población frente a lo que calificó como una plaga letal. Según sus palabras, la decisión formaliza una realidad que ya es evidente por la peligrosidad de la sustancia que entra al territorio nacional.
En su intervención desde la sede del gobierno, el presidente comparó la crisis sanitaria provocada por los opioides con un conflicto bélico de magnitudes catastróficas. Trump sostuvo que las estadísticas oficiales suelen subestimar el impacto real de las muertes anuales, sugiriendo que las víctimas fatales podrían ser significativamente más altas de lo que se reporta habitualmente. Para el jefe de Estado, esta situación representa una de las peores tragedias que ha enfrentado el país en la historia reciente debido al volumen de vidas perdidas.
Las cifras proporcionadas por los organismos de salud pública respaldan la gravedad de la situación, indicando que cientos de miles de individuos fallecieron en un periodo de apenas dos años a causa de sobredosis vinculadas a químicos sintéticos. El fentanilo se identifica como el principal responsable de este incremento en la mortalidad, superando con creces a otras sustancias tradicionales. Estos datos sirven de base para la urgencia con la que la administración actual está abordando el control de los estupefacientes que circulan en las calles.
El anuncio de la nueva normativa se realizó en el marco de una ceremonia destinada a reconocer la labor de las fuerzas armadas en las zonas limítrofes con el territorio mexicano. Durante el evento, el presidente afirmó que existen entidades externas y enemigos de la nación que utilizan el tráfico de esta droga como una herramienta estratégica para debilitar y atentar contra la integridad de los ciudadanos estadounidenses. Bajo esta premisa, la seguridad fronteriza se vincula directamente con la defensa nacional contra agresiones químicas externas.
Respecto a los avances logrados bajo su gestión, el mandatario aseguró que se ha conseguido disminuir a la mitad el volumen de narcóticos que logran atravesar los límites territoriales. Asimismo, mencionó que existe una cooperación activa por parte del gobierno chino para mitigar el envío de los precursores y de la droga terminada. Estas alianzas internacionales se consideran fundamentales en la estrategia de la Casa Blanca para cortar los suministros desde sus puntos de origen antes de que lleguen a los mercados locales.
Finalmente, Trump reconoció que, aunque se han obtenido resultados positivos al reducir las estadísticas de entrada de droga, el panorama actual todavía no es el ideal. Expresó su compromiso de continuar trabajando hasta alcanzar niveles que resulten satisfactorios para la seguridad del país, prometiendo que bajo estas nuevas directrices se verán mejoras sustanciales en un futuro cercano. La orden ejecutiva marca así un cambio de paradigma en la forma en que el estado enfrenta el problema de los opioides sintéticos y su distribución global.
