10 de marzo de 2025 – La Habana – EFE.
El Tribunal Supremo Popular de Cuba (TSP) informó que se ha completado con éxito el proceso de excarcelación de 553 presos, anunciado el 14 de enero. Entre los excarcelados se encontraban opositores políticos, como José Daniel Ferrer y Félix Navarro. La vicepresidenta del TSP, Maricela Sosa Ravelo, explicó en la televisión estatal que en enero se presentaron 378 solicitudes y en febrero, 175, sumando un total de 553 casos.
El informe destacó que las personas liberadas no fueron excarceladas completamente, sino que recibieron una “excarcelación anticipada”. Esto significa que aún deben cumplir el resto de su condena bajo ciertas condiciones. Durante este tiempo, los excarcelados deben presentarse regularmente ante un juez, cumplir sanciones adicionales y asumir responsabilidades civiles. En caso de incumplimiento, podrían regresar a prisión para terminar su condena.
El proceso fue anunciado poco después de que Estados Unidos, en los últimos días del mandato de la administración Biden, decidiera excluir a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo. Esta medida tenía importantes repercusiones económicas para la isla. Aunque el gobierno cubano aseguró que la excarcelación fue una decisión soberana, Estados Unidos sostuvo que fue resultado de un acuerdo mediado por el Vaticano, que incluía a participantes en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., Cuba fue nuevamente incluida en la lista de países patrocinadores del terrorismo. En ese momento, el proceso de excarcelación se pausó, aunque La Habana no lo comunicó oficialmente. Sin embargo, la semana pasada varias organizaciones no gubernamentales (ONG) informaron que las excarcelaciones parecían haberse reactivado.
El gobierno cubano no ha publicado una lista completa de los excarcelados ni un calendario detallado de implementación, aunque se había mencionado que 127 personas fueron liberadas en la primera semana del proceso. Varias ONG en Cuba han documentado la salida de unas 200 personas, muchas de las cuales han sido identificadas como presos políticos. Además, estas organizaciones señalaron que, junto a los presos políticos, también se liberaron reclusos por delitos comunes.
En su anuncio, el gobierno cubano se limitó a señalar que los 553 beneficiados habían sido sentenciados por diversos delitos, sin reconocer explícitamente que algunos de ellos eran presos políticos. A pesar de las denuncias de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, que afirman que Cuba tiene más de mil presos políticos, el gobierno no ha aceptado esta situación.
Estas organizaciones destacaron que la mayoría de los beneficiados catalogados como presos políticos participaron de forma mínima en las protestas del 11 de julio de 2021, que fueron mayormente pacíficas. Entre los excarcelados se encontraban figuras de relevancia como los opositores históricos Félix Navarro y José Daniel Ferrer, quienes fueron encarcelados durante la “primavera negra” de 2003, cuando fueron arrestados 75 intelectuales y disidentes.
Sin embargo, algunas personalidades de gran notoriedad internacional, como los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, no fueron incluidos en el grupo de liberados. La ausencia de estos nombres ha generado comentarios y cuestionamientos sobre la selección de los beneficiados, dado que ambos han sido ampliamente reconocidos por su activismo en favor de la libertad de expresión en Cuba.
A pesar de los esfuerzos del gobierno cubano por mantener el control sobre la narrativa, las organizaciones defensoras de los derechos humanos continúan exigiendo la liberación de más prisioneros políticos, así como un reconocimiento oficial de la situación en las cárceles cubanas. Las acciones del gobierno cubano, como el proceso de excarcelación, siguen siendo un tema de debate tanto dentro como fuera de la isla.
En este contexto, la falta de transparencia y detalles sobre el proceso de excarcelación ha alimentado especulaciones sobre su verdadero alcance y los criterios utilizados para determinar quiénes fueron liberados. Mientras tanto, las tensiones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba siguen siendo una preocupación importante para la comunidad internacional.
Aunque algunas personas celebran la liberación de los prisioneros, otros consideran que las condiciones impuestas durante la excarcelación anticipada no son suficientes para garantizar la justicia. La vigilia sobre el cumplimiento de las obligaciones impuestas a los excarcelados será fundamental para determinar si la medida puede considerarse un paso hacia una mayor apertura en Cuba.
El informe del Tribunal Supremo Popular subraya la relevancia de cumplir con las nuevas condiciones para evitar la revocación de los beneficios. Sin embargo, la incertidumbre sobre las razones detrás de las decisiones tomadas y la falta de claridad sobre el proceso siguen generando dudas tanto dentro de Cuba como en el extranjero sobre el compromiso del gobierno cubano con los derechos humanos.
El seguimiento de este proceso será crucial para entender cómo evoluciona la situación política en Cuba y si las reformas anunciadas por el gobierno se traducirán en cambios significativos o si se mantendrán como medidas superficiales. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando de cerca los movimientos del gobierno cubano respecto a las libertades individuales y el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
