27 de junio de 2025 – Alabama – Agencias.
La delegación congresional de Alabama debería oponerse a un proyecto de ley presupuestario dañino que reduciría o eliminaría la asistencia alimentaria, la cobertura de salud y otros servicios vitales para cientos de miles de habitantes de Alabama que luchan por cubrir necesidades básicas, dijeron el jueves Alabama Arise y otros defensores durante una conferencia de prensa “Manos fuera de SNAP y Medicaid” en la Casa de Estado en Montgomery.
El Senado de EE. UU. podría votar sobre el proyecto, HR 1, tan pronto como este fin de semana. La Cámara aprobó su versión del proyecto con un estrecho margen de 215-214 en mayo. Ambas versiones incluyen grandes recortes al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y a la cobertura de salud bajo Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). Además, ambas incluyen grandes recortes fiscales para hogares ricos y corporaciones muy rentables.
Robyn Hyden, directora ejecutiva de Alabama Arise, dijo durante la conferencia que es incorrecto perjudicar a las personas que están luchando para ayudar a quienes ya están en mejor situación. Dijo que el presupuesto en el Congreso es una falla moral, mala política y un mal negocio para el estado.
Los recortes a SNAP provocarían un aumento del hambre y pondrían en peligro a los comercios locales. Por cada comida que proveen los bancos de alimentos en Alabama, SNAP provee nueve. Pero si los legisladores estatales no pueden o no quieren proveer los nuevos fondos para SNAP requeridos por el proyecto, Alabama podría tener que recortar significativamente los beneficios o incluso eliminar el programa para casi 800,000 participantes en todo el estado.
El proyecto también trasladaría costos a los estados, lo que podría poner una fuerte presión sobre el presupuesto general de Alabama. Según el proyecto aprobado por la Cámara, los estados tendrían que pagar una parte de los beneficios de SNAP, que hasta ahora han sido financiados al 100 % por el gobierno federal. Además, tendrían que pagar el 75 % de los costos administrativos, en lugar del 50 % actual. Esto podría costar a Alabama más de 120 millones de dólares anuales, y en el peor escenario, cerca de 300 millones.
Los recortes a Medicaid y a la ACA también aumentarían los costos de atención médica y harían la cobertura menos accesible para decenas de miles de habitantes. El proyecto permitiría que caduquen ayudas financieras adicionales para la cobertura en HealthCare.gov y bloquearía casi 619 millones de dólares en incentivos federales para ampliar Medicaid. Esto podría dejar sin cobertura a casi 200,000 habitantes de Alabama, afectando especialmente a las zonas rurales, donde ya han cerrado varios hospitales. Defensores llaman a estos recortes una “guerra contra los pobres” y un “pecado moral”.
