30 de mayo de 2025 – Jerusalén – EFE.
Casi tres meses de bloqueo impuesto por Israel a la entrada de productos básicos en Gaza han generado una crisis de tal magnitud que cada vez más palestinos, en su desesperación, interceptan camiones con ayuda humanitaria antes de que puedan ser distribuidos. Según trabajadores de las agencias responsables, muchos de estos vehículos nunca llegan a su destino debido a los constantes asaltos, que en algunos días afectan a la totalidad de los envíos.
La portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Olga Cherevko, confirmó que el porcentaje de camiones asaltados es muy alto actualmente. UNICEF también ha presenciado ataques a sus vehículos, incluso a aquellos que transportaban productos nutricionales destinados a niños y bebés desnutridos. Las organizaciones aseguran que quienes roban la ayuda no son mafias, sino ciudadanos desesperados por alimentar a sus familias.
Las panaderías que reciben harina, uno de los pocos productos distribuidos en días recientes, también han tenido que cerrar por seguridad debido a las grandes multitudes que las rodean. La situación ha empeorado con asaltos no solo a camiones, sino también a almacenes de agencias de la ONU. En un video grabado en Nuseirat, se observa a personas escalando un camión para apoderarse de las cajas de alimentos, celebrando como si se tratara de una victoria.
Organismos como el Programa Mundial de Alimentos, OCHA y UNICEF coinciden en que estos actos son una consecuencia directa de la desesperación. También recuerdan que cuando la ayuda humanitaria fluía con más regularidad, los ciudadanos comunes no recurrían al saqueo, incluso sin presencia de seguridad en los convoyes.
Israel cerró totalmente el paso de bienes esenciales a Gaza el 2 de marzo, alegando que Hamás se apropiaba de los suministros. Sin embargo, el director de OCHA en los territorios palestinos, Jonathan Whittall, aseguró que no hay pruebas de que la ayuda coordinada por canales humanitarios legítimos haya sido desviada. Según él, el 35 % de la ayuda durante el alto al fuego fue proporcionada por la ONU.
La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), apoyada por Estados Unidos, ha abierto tres centros de distribución en el sur y centro de la Franja, dejando excluida la zona norte. Aunque las cajas de alimentos pueden alimentar a miles de personas durante unos pocos días, los puntos de entrega están lejos de muchas comunidades. La concentración masiva de personas en estos sitios ha provocado enfrentamientos, y según el Ministerio de Sanidad gazatí, ocho personas murieron en los dos primeros días de distribución.
