12 de marzo de 2025 – La Paz – EFE.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, comunicó el miércoles una serie de diez medidas para afrontar la escasez de combustibles en el país, situación causada por la falta de dólares para importar los productos. Entre las medidas anunciadas se incluyen el establecimiento de horario continuo en el trabajo, la opción de teletrabajo y la implementación de clases virtuales, entre otras.
Durante su mensaje desde la Casa de Gobierno en La Paz, acompañado de sus ministros, Arce expresó que la situación actual del país los ha “conmovido” y les “duele”. A pesar de las dificultades, destacó que el pueblo boliviano no se ha dejado manipular por aquellos que buscan generar desestabilización política.
El mandatario también señaló que las medidas están orientadas a mejorar la organización social y a mantener la actividad económica del país en funcionamiento. El objetivo es apoyar la producción y la continuidad de las actividades laborales ante los escasos recursos.
Una de las disposiciones más destacadas fue la implementación del horario continuo de trabajo tanto en el sector público como en el privado en las nueve capitales regionales, además de la ciudad de El Alto. Asimismo, se ofreció la posibilidad de teletrabajo a las empresas que lo consideren necesario, como medida complementaria.
En el ámbito educativo, Arce autorizó las clases virtuales en las ciudades, dependiendo de la evaluación que realicen los servicios departamentales de educación de cada región. Esta medida se implementará de acuerdo con las circunstancias locales y las capacidades tecnológicas de cada área.
Además, en La Paz, donde se encuentran las principales sedes del Gobierno y el Legislativo, se amplió el horario de funcionamiento de los teleféricos, que funcionan como una opción de transporte alternativo entre La Paz y El Alto.
Otras medidas incluyen una reducción del 50% en el uso del parque automotor del sector público, además de la creación de una aplicación móvil que permitirá a los ciudadanos saber en tiempo real qué estaciones de servicio tienen combustible disponible. También se aumentará entre un 50% y un 80% la distribución de carburantes en las gasolineras del país.
El Gobierno de Arce también definió que ciertas gasolineras estarán específicamente destinadas al abastecimiento del transporte público, y se dará prioridad a la provisión de combustible para el sector productivo, los servicios básicos, la salud y las emergencias. Además, se reforzarán los controles sobre la venta y transporte de combustibles para evitar el desabastecimiento.
El presidente descartó la posibilidad de que su Gobierno implemente medidas como la devaluación de la moneda o la eliminación de las subvenciones a los combustibles, argumentando que estas no solucionarían el problema de la escasez de dólares. Sostuvo que la verdadera dificultad es la falta de liquidez transitoria, un problema que, según él, no se resolvería con medidas como el “corralito” bancario ni con la apropiación de fondos del pueblo, tal como algunos han sugerido.
Arce también negó que su renuncia estuviera contemplada, y aseguró que Bolivia no está en quiebra económica, a pesar de las críticas que recibe desde la oposición. Insistió en que el país no enfrenta una crisis económica, sino un problema de liquidez de dólares, lo que está dificultando el pago de importaciones esenciales, como los combustibles.
El mandatario reiteró su llamado al Legislativo para que apruebe créditos externos por más de 1.600 millones de dólares, que permitirían devolver la liquidez a la economía boliviana y resolver la falta de dólares. Este llamado ha sido constante en los últimos meses, ya que el gobierno considera que estos préstamos son cruciales para estabilizar la situación económica.
El Gobierno ha señalado en varias ocasiones que las fuerzas opositoras, especialmente aquellos disidentes del Movimiento al Socialismo (MAS) leales a Evo Morales, están bloqueando la aprobación de estos créditos externos. Morales, quien se distanció del Gobierno, ha sido acusado de intentar desestabilizar la administración de Arce.
La falta de dólares ha sido un problema persistente en Bolivia desde 2023, lo que ha afectado gravemente el abastecimiento de combustibles. En los últimos días, la escasez de combustible se ha hecho más evidente, con largas filas de vehículos formándose en las gasolineras, lo que ha provocado protestas y amenazas de movilizaciones por parte de diversos sectores.
La petrolera estatal YPFB recibió recientemente la autorización del Gobierno para comprar dólares y activos virtuales, con el fin de financiar la importación de combustibles. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada, y las autoridades continúan buscando soluciones para mitigar el impacto de la escasez de dólares y garantizar el suministro de combustible en el país.