22 de mayo de 2025 – Washington – EFE.
El Congreso de Estados Unidos decidió este jueves revertir la prohibición que California había propuesto para eliminar la venta de vehículos de gasolina a partir de 2035. La medida californiana buscaba impulsar la adopción de vehículos eléctricos y reducir la dependencia de los combustibles fósiles como parte de una estrategia ambiental más amplia. Sin embargo, la iniciativa fue rechazada a nivel federal, lo que representa un freno importante a esas políticas.
Tras haber sido aprobada previamente por la Cámara de Representantes, el Senado dio el visto bueno final al proyecto de ley, que ahora está a la espera de la firma del presidente Donald Trump para entrar en vigor. La propuesta fue respaldada en bloque por los republicanos y también por una senadora demócrata de Michigan, estado clave para la industria automotriz estadounidense.
Esta nueva ley representa una derrota para California, que históricamente ha sido líder en la implementación de políticas medioambientales estrictas. Con esta legislación, se anula el camino que el estado había trazado hacia una movilidad más limpia, lo que afecta también a la industria emergente de vehículos eléctricos que había encontrado respaldo en estas políticas estatales.
Aunque el texto legal se enfoca específicamente en la norma californiana, sus efectos tendrán alcance nacional. Esto se debe a que impide que otros estados adopten regulaciones similares y bloquea también controles sobre emisiones contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx), que son altamente dañinos para la salud y el medioambiente.
Esta decisión se enmarca en un patrón de acciones del presidente Trump desde su regreso al poder en enero, dirigidas a desmantelar regulaciones medioambientales. La actual administración ha eliminado normas sobre emisiones, recortado financiamiento para programas ecológicos y retirado al país de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, lo que refuerza su postura escéptica frente a las energías limpias.
Ante esta situación, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que su gobierno impugnará la decisión del Senado. Defendió el derecho de su estado a implementar medidas que protejan la salud pública y fomenten la innovación ambiental. Recordó que fue bajo la presidencia de Joe Biden cuando se permitió a California establecer sus propias regulaciones, debido a los altos niveles de contaminación en muchas de sus ciudades.