22 de octubre de 2025 – Gaza – EFE.
Cincuenta y cuatro cuerpos de residentes de Gaza fueron inhumados en una fosa común ubicada en un cementerio del centro de la Franja. La identificación de estas personas resultó imposible, principalmente debido al avanzado estado de descomposición y a las severas desfiguraciones que presentaban, lo que impidió su reconocimiento. Esta ceremonia tuvo lugar el miércoles, en un acto que buscó darles una sepultura digna.
Estos cadáveres habían sido entregados a la Franja de Gaza por las autoridades israelíes apenas cinco días antes. La devolución formó parte de un acuerdo de alto el fuego más amplio, en el que también se contemplaba la recuperación por parte de Israel de los restos mortales de quince rehenes, de un total de veintiocho que habían fallecido en el conflicto.
El traslado de los restos, envueltos en sudarios blancos, se realizó desde el Hospital de Jan Yunis, situado en el sur de la Franja, utilizando ambulancias y camiones refrigerados. El propósito era llevar a cabo un funeral colectivo en la ciudad de Deir el Balah. Testigos presenciales informaron del movimiento de los vehículos y de la solemne procesión fúnebre.
Las bolsas que contenían los cuerpos, marcadas con números y algunas inscripciones, fueron objeto de oraciones por parte de un centenar de personas. Entre los asistentes se encontraban trabajadores del ámbito médico y humanitario, quienes se congregaron para rendir homenaje a los fallecidos en este emotivo acto.
Según un comunicado emitido por el Ministerio de Sanidad, en la procesión también participaron funcionarios de dicha entidad, miembros de la Policía, autoridades locales de Deir al Balah y representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC). Su presencia resaltó la seriedad y el carácter oficial de este funeral colectivo.
Con la reciente entrega de treinta cuerpos adicionales, el número total de cadáveres devueltos a Gaza asciende a 195. De este considerable número, solamente 57 han podido ser identificados con éxito por sus familiares. Esta identificación se ha realizado gracias a un enlace compartido por las autoridades sanitarias que incluye imágenes de los difuntos y descripciones de sus signos distintivos.
Finalmente, fuentes médicas y el grupo Hamás han denunciado que muchos de los cuerpos presentan signos de maltrato, como marcas de palizas, esposas y vendajes en los ojos. Estos indicios sugieren que las víctimas podrían haber sufrido abusos durante el tiempo que estuvieron bajo arresto, añadiendo una capa de preocupación y denuncia a las circunstancias de su muerte.