4 de marzo de 2025 – Ciudad de México – EFE.
La Cámara de Diputados aprobó este martes en lo general el dictamen que modifica la Constitución mexicana, con el fin de prohibir la reelección consecutiva y el nepotismo electoral. La reforma fue respaldada por la oposición y aprobada con una mayoría calificada de 477 votos a favor, sin votos en contra ni abstenciones.
En lo relativo al nepotismo electoral, el dictamen pasó con una modificación introducida por el Senado, que pospone su entrada en vigor hasta el año 2030, en lugar de 2027, como había sido originalmente propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum.
La reforma establece que no habrá reelección inmediata para una amplia gama de cargos públicos, incluyendo diputaciones, senadurías, la Presidencia de la República, gobernaturas, alcaldías y otros puestos locales y federales. Esto implica que los funcionarios no podrán ser reelectos de manera consecutiva.
También se especifica que los suplentes de senadores y diputados podrán ser elegidos para el siguiente período como propietarios, siempre que no hayan estado en ejercicio de su cargo. Sin embargo, los propietarios de esos cargos no podrán postularse para el siguiente período como suplentes.
En cuanto al nepotismo electoral, se establece que quienes deseen postularse a un cargo de elección popular no podrán tener vínculos familiares cercanos, como matrimonio, concubinato o parentesco directo en línea recta o colateral hasta el cuarto grado. Esta medida busca evitar conflictos de interés y la perpetuación de dinastías políticas.
La reforma también define que la prohibición del nepotismo electoral se aplicará a los procesos electorales federales y locales que se realicen a partir de 2030, al igual que la prohibición de la reelección consecutiva para los servidores públicos.
Además, se estipula que las personas que ocupen cargos públicos en 2030 y que estén sujetas a la reforma no podrán postularse para la reelección en esos cargos en ese año. Esta medida busca garantizar que las nuevas reglas sean aplicables de manera estricta a partir de esa fecha.
La reforma también establece un plazo de 180 días para que la Federación, las entidades federativas y la Ciudad de México ajusten sus respectivas constituciones y leyes a las modificaciones que entrarán en vigor. Esto permitirá una adecuada implementación de las nuevas disposiciones.
Finalmente, la reforma es un paso importante hacia la modernización del sistema político mexicano, buscando una mayor transparencia y evitando la concentración del poder político a través de la reelección y el nepotismo.
