3 de julio de 2025 – Washington – EFE.
El Congreso de Estados Unidos aprobó apresuradamente este jueves el plan fiscal y presupuestario promovido por el presidente Donald Trump. Él había presionado intensamente a los legisladores de su partido para que dieran luz verde a tiempo para que la ley pudiera ratificarse antes del 4 de julio, fecha en que se celebra el Día de la Independencia.
La Cámara de Representantes dio su aprobación final con 218 votos a favor y 214 en contra. Aunque los republicanos controlan esa cámara, solo podían permitirse tres votos en contra para que el proyecto avanzara. Al final, solo dos republicanos rompieron la disciplina del partido: Thomas Massie, de Kentucky, y Brian Fitzpatrick, de Pensilvania, quienes expresaron preocupaciones sobre la deuda y la energía verde, respectivamente.
Este proyecto, conocido como “gran y hermoso”, había regresado a la Cámara Baja después de ser revisado en mayo y aprobado por el Senado el martes anterior, donde el voto de desempate del vicepresidente JD Vance fue necesario. Además de la división dentro del partido republicano, los demócratas intentaron retrasar la votación mediante una larga intervención de casi nueve horas del líder de la minoría, Hakeem Jeffries.
Los republicanos, sin embargo, ya contaban con suficientes votos para aprobar la ley. Cuando el presidente de la Cámara, Mike Johnson, anunció la aprobación, la bancada republicana celebró con aplausos y cánticos patrióticos. Johnson aseguró que la norma proporcionará alivio necesario para los trabajadores estadounidenses, y Trump expresó que impulsará el crecimiento del país “como un cohete”.
La ley codifica recortes fiscales que Trump ya había aprobado en 2017 y supone recortes cercanos a un billón de dólares en programas como Medicaid y asistencia alimentaria, justificados por la eliminación de fraudes y duplicidades. También contempla un aumento en el gasto para políticas antimigratorias, incluyendo la contratación de 20,000 agentes adicionales y la construcción de centros de detención.
Aunque la ley reduce ingresos fiscales federales entre 4 y 5 billones de dólares en diez años, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la Casa Blanca destacó el papel activo de Trump en su aprobación. La medida también causó tensiones con Elon Musk, quien opinó que la ley sería un “suicidio político” para los republicanos.
