26 de marzo de 2025 – Toronto (Canadá) – EFE.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, describió los aranceles impuestos por Donald Trump al sector automotriz como un “ataque directo” a Canadá. Durante una conferencia, Carney expresó que, aunque estos aranceles perjudicarán la economía canadiense, el país responderá de manera unificada y explorará medidas alternativas no arancelarias contra Estados Unidos.
Carney reafirmó el compromiso de Canadá de defender sus trabajadores, empresas y la nación, subrayando que la respuesta será conjunta y fuerte. Contrapuso la unidad de Canadá con la división interna que, según él, debilita a Estados Unidos. Además, indicó que Canadá no solo se limitará a imponer aranceles en represalia, sino que tiene diversas opciones a considerar.
El primer ministro canadiense mencionó que convocará una reunión con su gabinete al día siguiente para discutir las posibles respuestas. Reconoció, sin embargo, que aún no tenía información completa sobre el impacto de los aranceles debido a que el decreto de Trump aún no estaba firmado. Esto, según Carney, dificulta prever con precisión las consecuencias de la medida.
Mientras tanto, Doug Ford, el jefe de Gobierno de Ontario, provincia con importantes plantas de automóviles, expresó su intención de aplicar medidas que causen el “máximo dolor posible” a Estados Unidos con el objetivo de que Trump retire los aranceles. Ford, conocido por su postura firme, mencionó que Canadá tiene dos opciones: ceder ante Trump o luchar intensamente.
Ford, que en el pasado había aumentado el costo de la electricidad en su provincia destinada a EE. UU. y sugerido un embargo energético, subrayó su preferencia por la segunda opción. Aseguró que el país debería pelear para hacer sentir el impacto en la población estadounidense y presionar a Trump para que cambie su postura.
Finalmente, Ford, quien ha sido un admirador de Trump, indicó que el presidente de EE. UU. se equivoca si cree que sus políticas arancelarias reducirán los precios dentro de su país. En su opinión, los aranceles no lograrán el resultado esperado y afectarán negativamente a los consumidores estadounidenses.
