29 de diciembre de 2025 – NEW YORK – Agencias.
Perry Archangelo Bamonte, quien fuera guitarrista y tecladista de la influyente banda de rock gótico The Cure, ha fallecido a la edad de sesenta y cinco años. La agrupación británica confirmó la noticia a través de su sitio web oficial el pasado viernes, expresando una enorme tristeza por la partida de su compañero. Según el comunicado, el músico murió en su hogar durante las festividades de Navidad tras haber padecido una breve enfermedad. Sus colegas lo describieron como una persona tranquila, intensa, intuitiva y una pieza creativa vital en la historia del grupo.
La relación de Bamonte con la banda comenzó mucho antes de ser un integrante oficial, trabajando en diversos roles técnicos entre mil novecientos ochenta y cuatro y mil novecientos ochenta y nueve. Se incorporó formalmente a la alineación en mil novecientos noventa para sustituir al tecladista Roger O’Donnell, asumiendo la responsabilidad de tocar la guitarra, el bajo de seis cuerdas y los teclados. Su entrada se produjo justo después del éxito masivo del álbum Disintegration, consolidándose como un músico fundamental durante una de las etapas más activas de la agrupación.
A lo largo de su carrera con The Cure, el músico participó en la grabación de varios álbumes emblemáticos que definieron el sonido de la banda en las décadas siguientes. Entre sus aportaciones más destacadas se encuentra el disco Wish de mil novecientos noventa y dos, el cual incluye éxitos mundiales como Friday I’m in Love. También dejó su huella en producciones como Wild Mood Swings, Bloodflowers y el álbum homónimo lanzado en el año dos mil cuatro, participando en cientos de presentaciones en vivo alrededor del mundo.
A pesar de su larga trayectoria, Bamonte fue despedido del grupo por el líder y cantante Robert Smith en el año dos mil cinco, tras haber realizado más de cuatrocientos conciertos durante catorce años. Sin embargo, en tiempos recientes regresó a la formación oficial para participar en una extensa gira internacional durante el año dos mil veintidós. Este reencuentro permitió que el guitarrista volviera a conectar con los seguidores de la banda en noventa espectáculos adicionales, reafirmando su importancia dentro del legado sonoro del conjunto.
En el año dos mil diecinueve, su contribución a la música fue reconocida formalmente cuando fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll junto a los demás integrantes de The Cure. Su última actuación en los escenarios tuvo lugar el primero de noviembre de dos mil veinticuatro en la ciudad de Londres. Aquel evento especial sirvió para presentar Songs of a Lost World, el primer álbum de estudio de la banda en dieciséis años, el cual ha sido aclamado por la crítica como uno de los mejores trabajos de toda su trayectoria profesional.
Aquel concierto final fue registrado para la película The Cure: The Show of a Lost World, la cual se estrenó en salas de cine de todo el mundo durante este mes de diciembre. Este documento audiovisual sirve ahora como un testimonio póstumo de su talento y de la potencia orquestal que caracterizó su etapa final con el grupo. La banda concluyó su mensaje enviando condolencias a su familia y asegurando que su presencia será profundamente extrañada tanto por sus compañeros como por la comunidad musical global.
































