2 de junio de 2025 – Ciudad de México – EFE.
Este lunes, personas dedicadas al trabajo sexual salieron a marchar por el centro de Ciudad de México para exigir el reconocimiento legal de su labor, el acceso a seguridad social y el fin de la violencia que enfrentan. La movilización tuvo lugar en el marco del Día Internacional de la Trabajadora Sexual y conmemoró el 50 aniversario de la protesta de 1975 en Lyon, Francia, donde más de 150 mujeres ocuparon una iglesia para exigir mejores condiciones de vida y laborales.
La marcha, conformada mayoritariamente por mujeres e impulsada por diversas organizaciones civiles, recorrió calles céntricas de la capital, donde realizaron pintas y mensajes en espacios públicos. En una fuente de Paseo de la Reforma apareció escrito: “Claudia, no llegamos todas. Faltamos las putas”, en alusión a una frase icónica de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y aludiendo a la violencia que ha costado la vida de muchas trabajadoras sexuales.
Las manifestantes denunciaron que muchas de sus compañeras han sido asesinadas y que estos crímenes quedan sin justicia. También señalaron la falta de reconocimiento oficial como trabajadoras, lo que las deja fuera del sistema de derechos laborales y sociales, exponiéndolas aún más a riesgos y abusos. Una joven llamada Sarah relató haber enfrentado constantes violaciones a sus derechos desde que inició en el trabajo sexual a los 13 años, incluyendo la negación de servicios de salud y extorsión por parte de la policía.
Las cifras de la asociación Brigada Callejera estiman que entre 500.000 y 800.000 personas ejercen el trabajo sexual en México, el 90 % de ellas mujeres. En la Ciudad de México se calcula que hay más de 15.000 trabajadoras sexuales. Durante la manifestación, muchas participantes portaban ropa reveladora y alzaban consignas como “¡Vivas nos queremos!” y “¡Respeto total al trabajo sexual!”, además de carteles con frases como “Ni víctimas ni criminales” y “Mi vida no tiene precio”.
Santi, activista y trabajador sexual de la Coalición Laboral Puteril (CLaP), explicó que el trabajo sexual va más allá de lo que se ve en la calle: también se ejerce de forma virtual, en el cine para adultos y en bares. Sin embargo, recalcó que el estigma, la violencia y la censura afectan a todos los que se dedican a esta labor, independientemente del entorno en que se desempeñen.
El activista subrayó la necesidad de políticas públicas que reconozcan y protejan sus derechos, señalando que son excluidos del espacio público y otros ámbitos. Afirmó que marchar el 2 de junio representa una forma de apropiarse de un espacio que tradicionalmente se les ha negado. La movilización también contó con el respaldo de organizaciones como el Centro de Atención a las Identidades Trans (Cait), el colectivo Hombres que Ejercen el Trabajo Sexual y Lleca – Escuchando la calle.
