4 de junio de 2025 – Washington – EFE.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que prohíbe la entrada al país de nuevos estudiantes extranjeros que planeaban participar en programas de intercambio en la Universidad de Harvard. Esta medida surge en el contexto de un conflicto abierto entre la administración republicana y la institución académica, a la que Trump ha acusado repetidamente de antisemitismo.
Según un comunicado emitido por la Casa Blanca, la decisión fue tomada con el fin de proteger la seguridad nacional. El gobierno argumenta que Harvard tiene antecedentes de relaciones preocupantes con entidades extranjeras y ha tolerado posturas consideradas radicales. Esto se suma a las tensiones acumuladas entre la universidad y la presidencia en los últimos meses.
La orden suspende temporalmente el ingreso de nuevos estudiantes bajo el Programa de Visas de Intercambio Estudiantil (SEVP) y solicita una revisión que podría llevar incluso a la revocación de visas ya concedidas, si no cumplen ciertos criterios estipulados en el decreto. El gobierno insiste en la necesidad de vigilancia más estricta en el ámbito educativo, especialmente en universidades con alto perfil internacional.
El comunicado también recoge preocupaciones expresadas por el FBI, que ha advertido que rivales extranjeros utilizan el sistema educativo estadounidense para acceder a información sensible, desarrollar tecnología avanzada y manipular el discurso público. Con base en esto, el presidente busca reducir los posibles riesgos derivados de esta interacción.
La orden establece que, en un plazo de noventa días, el procurador general y el secretario de Seguridad Nacional deberán presentar un informe con recomendaciones sobre si conviene extender o renovar esta suspensión, que inicialmente tendrá una duración de seis meses. El Departamento de Estado será responsable de aplicar los controles y evaluar la conducta de los estudiantes extranjeros.
Trump insistió en que las universidades deben colaborar con el gobierno proporcionando información sobre sus alumnos extranjeros cuando se les requiera. A su juicio, Harvard ha incumplido este deber, lo cual representa un riesgo inaceptable. La universidad, por su parte, afirma que ha tomado medidas contra el antisemitismo pero rechaza cualquier intento del gobierno de interferir en su funcionamiento interno o imponerle condiciones políticas.
