8 de abril de 2025 – Agencias.
El uso excesivo de pantallas puede tener un impacto negativo en el sueño de los adolescentes, lo que a su vez puede contribuir al aumento de la depresión, especialmente en las chicas. Un estudio reciente reveló que el tiempo frente a las pantallas interrumpe tanto la calidad como el horario del sueño, lo que está vinculado a síntomas depresivos. En el caso de las chicas, la falta de sueño fue el principal vínculo entre el uso de pantallas y los problemas de ánimo, mientras que los chicos se vieron afectados de manera más directa.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia llevaron a cabo un estudio que siguió a más de 4800 adolescentes para investigar esta relación. En este estudio, los investigadores recopilaron datos sobre los hábitos de pantalla, los patrones de sueño y los síntomas de depresión durante un año. Los resultados mostraron que el uso excesivo de pantallas deterioraba la calidad y la duración del sueño, además de retrasar la hora de dormir.
En los adolescentes, el tiempo frente a las pantallas tuvo un efecto negativo directo en la depresión de los chicos después de un año. En cambio, en las chicas, los efectos depresivos estuvieron más relacionados con las alteraciones del sueño. Los investigadores concluyeron que el sueño podría explicar una parte significativa de la relación entre el uso de pantallas y la depresión en las chicas, entre un 38% y un 57%.
El estudio también sugiere que los adolescentes que pasan más tiempo frente a las pantallas tienden a desarrollar hábitos de sueño más pobres con el tiempo, lo que, a su vez, lleva a un aumento de los niveles de depresión. En el caso de los chicos, aunque también experimentaron alteraciones en el sueño, estas no se asociaron fuertemente con la depresión posterior, lo que señala una diferencia de género en los efectos del uso de pantallas sobre la salud mental.
A partir de los resultados obtenidos, los investigadores sugieren que reducir el tiempo frente a las pantallas podría tener un impacto positivo en la salud mental de los adolescentes, especialmente en las chicas. La Organización Mundial de la Salud ya ha recomendado que los adolescentes limiten su tiempo frente a pantallas a no más de dos o tres horas al día para promover un sueño más saludable. Esta recomendación se basa en la evidencia de que el uso excesivo de pantallas puede interferir con el sueño y contribuir a problemas de salud mental.
Finalmente, los autores del estudio sugieren que si se implementaran políticas públicas para reducir el tiempo frente a las pantallas, como se sugiere en las recomendaciones de salud pública, se podría reducir la carga de estados depresivos entre los adolescentes, especialmente entre las jóvenes. Esto podría mejorar la calidad de vida de los adolescentes y contribuir a un entorno más saludable tanto para su bienestar mental como físico.