5 de mayo de 2025 – Nueva York – EFE.
La secretaria de Educación de Estados Unidos, Linda McMahon, anunció este lunes que el Gobierno federal no otorgará más subvenciones a la Universidad de Harvard, argumentando que la institución ha desacreditado el sistema de educación superior del país. Según McMahon, la universidad ha fallado en cumplir con sus deberes legales, éticos y académicos, comprometiendo la transparencia y el rigor que se espera de una entidad de su prestigio.
La funcionaria dio a conocer su decisión a través de una carta publicada en la red social X, dirigida al presidente interino de Harvard, Alan Garber. En el documento, McMahon acusa a la universidad de incumplir múltiples obligaciones fundamentales, lo que a su juicio justifica la retirada del financiamiento federal. La medida implica que Harvard dejará de recibir fondos públicos para nuevos proyectos o investigaciones.
McMahon también señaló que, ante la suspensión de nuevas ayudas federales, Harvard podrá sustentarse con su abultado fondo de dotación, que asciende a 53.000 millones de dólares, así como con el apoyo económico de sus exalumnos adinerados. Esta sugerencia refuerza la postura del gobierno de que la universidad tiene recursos suficientes para operar sin ayuda del Estado.
Desde hace tiempo, la Administración Trump ha expresado fuertes críticas hacia Harvard, acusándola de estar dominada por ideologías de izquierda y de permitir conductas antisemitas. Estas afirmaciones han intensificado las tensiones entre el gobierno y la institución académica, cuya reputación ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor por parte de sectores conservadores.
En respuesta a la creciente presión, el mes pasado Harvard interpuso una demanda contra la administración federal, buscando impedir que se cancelaran 2.000 millones de dólares en fondos ya asignados. Este litigio refleja la magnitud del enfrentamiento entre ambas partes y el impacto que podría tener en el futuro financiero de la universidad.
Finalmente, en su carta, McMahon acusa a Harvard de no respetar el fallo de la Corte Suprema de 2023, que prohibió el uso de criterios raciales en las admisiones. Asegura que la universidad sigue aplicando prácticas discriminatorias tanto en el nivel de pregrado como en posgrado, aunque no ofrece pruebas concretas en su escrito. Esta acusación añade un nuevo capítulo a la controversia entre la administración y una de las instituciones académicas más reconocidas del país.