24 de septiembre de 2025 – Islamabad – EFE.
La noche anterior, al menos seis personas sufrieron lesiones tras la detonación de un explosivo que causó el descarrilamiento de cinco vagones del tren Jaffar Express en la región suroeste de Pakistán. Es el mismo tren que fue tomado por asaltantes baluchis el pasado mes de marzo.
Un oficial de Levies, una fuerza de seguridad paramilitar pakistaní, llamado Sana Ullah, informó que cinco coches del Jaffar Express se salieron de la vía, y uno de ellos volcó por completo. Esto sucedió después de que el potente artefacto hiciera explosión al impactar contra el tren en movimiento que cubría la ruta desde Peshawar, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, hacia Quetta, en la conflictiva Baluchistán.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 7 de la tarde del martes, hora local (14:00 GMT), mientras el Jaffar Express se dirigía hacia Quetta, transportando a más de 270 pasajeros. El oficial Ullah confirmó que seis viajeros resultaron heridos a causa de la explosión y que, hasta el momento, no se han efectuado arrestos en relación con el ataque. Ninguna organización ha asumido la responsabilidad por la colocación del artefacto explosivo.
Las autoridades pakistaníes se encuentran trabajando en la reparación de la sección de la vía férrea que resultó dañada por la detonación, con la esperanza de poder restablecer pronto el servicio del tren. Alam Khan, un funcionario del control ferroviario de Quetta, también informó que la mañana del martes se había registrado otra explosión cerca de la vía principal del Jaffar Express mientras este viajaba en dirección a Peshawar. En aquella ocasión, el tren se detuvo brevemente, pero logró continuar su recorrido sin mayores contratiempos.
Los ataques dirigidos a trenes de pasajeros y a las vías del ferrocarril son comunes en la provincia de Baluchistán, que comparte frontera con Afganistán e Irán. Según Khan, la región ha experimentado al menos cinco incidentes de esta naturaleza desde el mes de agosto, lo que subraya la recurrencia de la violencia en la infraestructura ferroviaria.
Un evento previo ocurrió en marzo, cuando militantes del Ejército de Liberación Baluchi (BLA) detonaron explosivos en una vía justo antes de un túnel, deteniendo el Jaffar Express y tomando como rehenes a más de 400 pasajeros a bordo. Las fuerzas de seguridad de Pakistán llevaron a cabo una operación que culminó con la muerte de los 33 insurgentes implicados en el secuestro del tren, aunque el enfrentamiento resultó en un alto costo humano, incluyendo la pérdida de 18 militares, tres empleados del ferrocarril, cinco agentes de seguridad y cinco civiles.