30 de diciembre de 2025 – Nueva Delhi – EFE.
La capital de la India despertó este lunes bajo un espeso manto de bruma compuesto por neblina natural y gases nocivos que limitaron drásticamente la visión. Este fenómeno climático no solo afectó a la metrópoli principal, sino que se desplazó por gran parte de las regiones septentrionales de la nación. A través de plataformas digitales, los residentes reportaron que se trata de uno de los días con mayor nubosidad registrados en el ciclo actual, describiendo un panorama de opacidad casi total en las calles.
Aunque con el paso de las horas la oscuridad ambiental comenzó a ceder ligeramente, los restos de contaminación siguieron obstaculizando el tránsito vehicular y la movilidad urbana. El transporte aéreo fue uno de los sectores más perjudicados, pues el aeródromo internacional de la ciudad tuvo que suspender numerosos trayectos y redirigir aeronaves hacia pistas alternativas debido a la falta de seguridad. Para media tarde, las autoridades de aviación reportaron que las operaciones empezaban a retomar su ritmo habitual tras el caos inicial.
Los organismos estatales dedicados al monitoreo ambiental reportaron niveles de impurezas en la atmósfera que resultan extremadamente peligrosos para el bienestar humano. Según mediciones recientes, la ciudad alcanzó una puntuación crítica en los índices de calidad del aire, situándose en rangos que exigen precaución extrema. De igual forma, consultoras internacionales posicionaron a la capital india como el centro urbano con mayor toxicidad ambiental en todo el planeta durante la jornada de hoy.
La presencia de micropartículas dañinas en el aire superó por mucho los límites de seguridad establecidos por las organizaciones sanitarias globales. Se estima que la concentración de estos agentes contaminantes es decenas de veces superior a lo que se considera tolerable para la respiración humana. Esta situación es una consecuencia directa de semanas previas con condiciones extremas que obligaron a las autoridades a implementar medidas de restricción severas para vehículos y actividades de construcción.
El protocolo gubernamental contra la polución ha transitado por diversas etapas de alerta, permitiendo alternar entre el trabajo a distancia y la educación presencial según la gravedad de la situación. Este deterioro cíclico es común durante los meses fríos, cuando el descenso de las temperaturas y la ausencia de corrientes de viento atrapan los desechos químicos cerca del suelo. En una urbe con más de treinta millones de personas, estos factores geográficos complican la dispersión de las partículas nocivas de forma natural.
Diversas fuentes contribuyen a la formación de este aire irrespirable, destacando los escapes de los automóviles, los residuos de las obras civiles y el humo de las festividades recientes. A esto se suma la práctica agrícola de quemar restos de cosechas en las zonas rurales aledañas, lo que genera una gran cantidad de hollín que viaja hacia la ciudad. Todos estos elementos se combinan para crear un entorno hostil que pone en riesgo la salud pública de los habitantes de Nueva Delhi cada año.
































