25 de septiembre de 2025 – Deportes – EFE.
El Aston Villa generó serias dudas respecto a su condición de principal aspirante al título de la Liga Europa, a pesar de haber conseguido una victoria por la mínima diferencia, 1-0, frente al Bolonia. El equipo italiano expuso, sobre todo durante la segunda mitad del partido, las claras deficiencias que presenta el conjunto dirigido por Unai Emery. La preocupación más notable radica en la escasa capacidad ofensiva del club inglés, que solo ha logrado marcar un gol en las primeras cinco jornadas de la liga doméstica, una estadística que lo mantiene peligrosamente cerca de los puestos de descenso, en la antepenúltima posición de la tabla.
La falta de contundencia frente a la portería se manifestó de nuevo contra el Bolonia. A pesar de que los pupilos de Emery dispusieron de varias oportunidades claras de gol en el primer tiempo, su único tanto fue obra del escocés John McGinn, quien anotó el 1-0 a los trece minutos con un potente disparo ejecutado desde fuera del área. Además, el Aston Villa, que ya había sido eliminado de la Copa de la Liga la semana anterior, desperdició una pena máxima en la segunda parte, cobrada por el delantero internacional inglés Ollie Watkins.
Estos fallos estuvieron a punto de costarles la victoria al Aston Villa, que fue salvado por la madera cuando el travesaño repelió un cabezazo del atacante argentino Santiago Castro a los setenta y un minutos de juego. En otra de las series, el Celta de Vigo también mostró la necesidad de una gran mejora si aspira a trascender en la segunda competición continental, tras caer derrotado 2-1 en su visita al estadio del Stuttgart, equipo que ejerció un dominio absoluto del encuentro.
Únicamente la destacada actuación del portero rumano del Celta, Ionut Radu, impidió que el equipo alemán, en el que brilló el trabajo en el mediocampo del español Chema Andrés, tardara cincuenta minutos en romper el empate. El primer gol se concretó en una jugada que parecía inofensiva: un despeje largo del portero Alexander Nubel descolocó a la defensa gallega y terminó en los pies del argelino Badredine Bouanani, quien capitalizó el “regalo” para poner el 1-0. La ventaja del Stuttgart fue ampliada diecisiete minutos más tarde, en el 68, por el marroquí Bilal El Khannouss con un potente remate que estableció el 2-0, dejando sin efecto el tardío descuento (2-1) marcado por Borja Iglesias para el Celta.
En contraste, lograron victorias a domicilio el Olympique de Lyon, que venció 0-1 en su visita al Utrecht gracias a un espectacular zurdazo del estadounidense Tanner Tessmann a quince minutos del final, y el Oporto. La victoria del equipo portugués fue aún más dramática, llevándose los tres puntos del campo del Salzburgo, un equipo que había controlado el partido, con un tiro lejano del delantero brasileño William Gomes que marcó el 0-1 en el tiempo de prolongación. El Lille, que ya fue la revelación en la fase de grupos de la Liga de Campeones el año anterior, demostró su ambición por ser protagonista en la Liga Europa al imponerse 2-1 al Brann noruego.
El triunfo del Lille tuvo el sello del experimentado Olivier Giroud, de 38 años, quien solo necesitó trece minutos en el campo para asegurar los tres puntos con un remate de cabeza espectacular a los 80 minutos. No obstante, quien más destacó en el campo fue el atacante belga de ascendencia española Matías Fernández-Pardo, que exhibió su impresionante aceleración en la jugada que dio origen al primer gol del equipo local. Un rol principal que recayó totalmente en el delantero surcoreano Hyeon-gyu Oh durante el enfrentamiento entre el Rangers de Glasgow y el Genk belga en Ibrox Park.
El partido se puso muy cuesta arriba para los escoceses con la expulsión del marfileño Mohammed Diomande a los cuarenta y un minutos. A pesar de esto, el Genk sufrió notablemente debido a la falta de acierto del internacional surcoreano. Hyeon-gyu Oh, exjugador del Celtic de Glasgow, no solo falló un penalti antes del descanso, sino que también erró otra oportunidad manifiesta al inicio de la segunda mitad, antes de anotar el definitivo 0-1 para el Genk a los cincuenta y cinco minutos. Esta falta de puntería contrastó fuertemente con la efectividad del delantero marroquí Anass Zaroury, quien marcó un triplete en la contundente victoria 1-4 del Panathinaikos en el campo del Young Boys suizo.