17 de marzo de 2025 – La Paz – EFE.
Este lunes, largas filas de vehículos se formaron en las estaciones de servicio en las principales ciudades de Bolivia, debido a un abastecimiento irregular de combustible. El Gobierno explicó que esta situación es producto de la falta de dólares para importar el combustible necesario. Sin embargo, muchos ciudadanos afirman que, además de la escasez de gasolina, los precios de varios alimentos de consumo diario han aumentado considerablemente.
Un estudio reciente de la Defensoría del Pueblo, realizado en 88 estaciones de combustible de 20 municipios, reveló que el 66 % de las estaciones no estaban vendiendo diésel, mientras que el 38 % de ellas también había dejado de distribuir gasolina. La investigación también señaló que, en el 39 % de las estaciones, las filas de vehículos superaban los 100 autos, y el 43 % de los conductores indicaron que debieron esperar entre 11 y 24 horas para conseguir combustible.
Por otro lado, el Gobierno de Luis Arce anunció que intentará regularizar el abastecimiento de combustible esta semana, distribuyendo 46 millones de litros de diésel y 20 millones de litros de gasolina en todo el país. A pesar de esta promesa, muchos mercados populares han visto cerrados varios puestos de venta, y los comerciantes han reportado una drástica caída en la cantidad de clientes debido al incremento de los precios.
Vendedores anónimos explicaron que los costos de productos básicos como carne, arroz y aceite están muy altos, lo que dificulta la compra para muchas familias. Natividad Poma, una de las vendedoras, mencionó que con lo que ganan no les alcanza para cubrir las necesidades básicas de sus hijos y familias. En los supermercados, especialmente en aquellos gestionados por la Estatal de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), también se observaron largas filas de personas tratando de conseguir productos subsidiados.
Hace unos días, el presidente Arce reconoció que Bolivia atraviesa una falta de liquidez de dólares, lo que ha obstaculizado la importación de la cantidad necesaria de combustible subsidiado. Para afrontar esta escasez, se han implementado medidas como el teletrabajo, horario continuo y clases a distancia. En cuanto al precio del combustible, el litro de gasolina especial se vende a 3,74 bolivianos y el de diésel a 3,72 bolivianos, lo que equivale a unos 0,53 dólares en ambos casos.
Arce también autorizó mediante un decreto la compra de dólares y activos virtuales por parte de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para poder financiar la importación de combustibles, dado el problema de liquidez de divisas en el país. Desde principios de 2023, Bolivia ha enfrentado una crisis de liquidez de divisas que ha llevado al sistema financiero a imponer restricciones en la emisión de dólares.
La escasez de combustible no es el único desafío, ya que también se ha registrado un aumento en los precios de productos esenciales como carne de res, pollo, aceite y arroz. Estos alimentos son los que más han subido de precio en las últimas semanas, afectando el presupuesto de muchas familias bolivianas.
En 2023, Bolivia cerró con una inflación acumulada de 9,97 %, la más alta desde 2008, cuando el país registró una inflación del 11,8 %. A febrero de este año, la inflación acumulada se había reducido a un 3,24 %, pero sigue siendo una preocupación para los ciudadanos.
La falta de combustible y el aumento de los precios de los alimentos han desencadenado protestas contra el Gobierno, con ciudadanos exigiendo medidas más efectivas para solucionar estos problemas que afectan la vida cotidiana de los bolivianos.
