24 de julio de 2025 – Beirut – EFE.
Al menos siete personas perdieron la vida y otras 157 resultaron heridas tras una explosión ocurrida en un almacén de munición en Maarrat Misrin, una localidad de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria. La información fue confirmada por varias fuentes, incluyendo un reporte oficial del Ministerio de Sanidad transmitido a través de la agencia estatal SANA.
La explosión inicial fue seguida por otras deflagraciones mientras se llevaban a cabo las labores de rescate en el lugar. Estas detonaciones secundarias dificultaron la intervención de los equipos de emergencia y contribuyeron al elevado número de heridos. Las autoridades han mantenido actualizado el balance de víctimas conforme avanzaban las operaciones.
El grupo de defensa civil conocido como los Cascos Blancos confirmó que la explosión tuvo su origen en un almacén de munición y detalló que también se registraron importantes daños en viviendas cercanas, infraestructuras locales y un taller textil operado por el propio grupo. La magnitud del daño ha generado alarma entre las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona.
Raed al Saleh, ministro de Emergencias, señaló que este tipo de tragedias refuerzan la necesidad de colaborar estrechamente con autoridades e instituciones para mitigar los efectos del conflicto. Subrayó que la amenaza de artefactos sin detonar y restos de guerra sigue siendo alta, y que deben adoptarse medidas concretas para prevenir incidentes similares en el futuro.
En un mensaje adicional, Al Saleh aseguró que su departamento ya está adoptando acciones para mejorar la seguridad y reducir los riesgos derivados del almacenamiento de material explosivo, especialmente en zonas densamente pobladas y con infraestructura limitada para emergencias.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización con sede en Reino Unido que monitorea la violencia en Siria, informó que el almacén afectado podría pertenecer al grupo yihadista Partido Islámico del Turquestán. Esta afirmación, sin embargo, no ha sido confirmada oficialmente. La provincia de Idlib, escenario del incidente, fue durante años el principal bastión de la oposición en Siria tras el estallido del conflicto en 2011.