21 de julio de 2025 – IRONDALE, Alabama – Agencias.
La familia de Phillip Reeder, un hombre blanco de 53 años cuya muerte innecesaria a manos de oficiales del Departamento de Policía de Irondale (IPD) fue declarada homicidio, se reunió hoy con sus abogados y miembros de la comunidad frente al Ayuntamiento de Irondale, Alabama, para denunciar cómo una simple crisis de salud mental terminó con la policía matando a este abuelo desarmado.
La esposa de Reeder, Sandra Lee Reeder, está representada por los reconocidos abogados de derechos civiles Harry Daniels y Roderick Van Daniel.
Reeder, propietario de la exitosa empresa Reeder Construction, se encontraba desarmado y atravesando una crisis de salud mental cerca de la autopista 78 en Irondale, un suburbio de Birmingham, durante la madrugada del 6 de agosto de 2024. En lugar de personal médico, acudieron oficiales del IPD, quienes lo electrocutaron con una pistola Taser sin intentar calmar la situación. Los agentes lo inmovilizaron, y uno de ellos le puso la rodilla en el cuello mientras Reeder repetía que no podía respirar. Cuando finalmente se retiró la rodilla, Reeder ya no respondía.
En junio de 2025, el Tribunal de Apelaciones del 11.º Circuito dictaminó que un oficial que aplica todo su peso corporal sobre el cuello de un sospechoso que ya está en el suelo, inmovilizado y sin resistirse, incurre en el uso excesivo de la fuerza prohibido por la Cuarta Enmienda.
Reeder fue trasladado al hospital sin pulso y fue declarado muerto. El informe de la autopsia emitido por la Oficina del Forense del Condado de Jefferson concluyó que la muerte fue un homicidio. La conferencia de prensa de este lunes contará con declaraciones de la esposa y la familia de Reeder, así como de los abogados Daniels y Van Daniel.
