10 de julio de 2025 – Tecnología – Agencias.
Un equipo de investigadores en Helmholtz Munich ha desarrollado un modelo de inteligencia artificial llamado Centaur, capaz de imitar el pensamiento humano con una precisión sorprendente, incluso en situaciones completamente nuevas. Este modelo fue entrenado con datos de más de diez millones de decisiones humanas recopiladas en estudios psicológicos, permitiéndole replicar comportamientos humanos de forma realista. El objetivo es mejorar la comprensión sobre cómo pensamos y perfeccionar los modelos psicológicos existentes.
Tradicionalmente, los modelos psicológicos han sido capaces de explicar cómo piensan las personas o predecir cómo actúan, pero rara vez logran hacer ambas cosas al mismo tiempo. Centaur busca superar esta limitación integrando capacidad explicativa y predictiva en un mismo sistema. Fue entrenado con un conjunto de datos llamado Psych-101, que reúne información de 160 experimentos de comportamiento humano, y representa un recurso sin precedentes para modelar decisiones humanas.
Centaur destaca por su capacidad para reconocer patrones en la toma de decisiones y adaptarse a entornos nuevos. Además, puede estimar tiempos de reacción con alto grado de detalle. Estas capacidades lo convierten en una herramienta valiosa para simular decisiones humanas en diversos contextos, desde experimentos psicológicos clásicos hasta diagnósticos clínicos de condiciones como la depresión o la ansiedad.
Según los investigadores, el modelo puede utilizarse como un laboratorio virtual para probar teorías psicológicas en lenguaje natural. También planean ampliar la base de datos para incluir variables demográficas y psicológicas, lo cual podría mejorar aún más la personalización del modelo en el análisis del comportamiento humano. Esto abriría nuevas posibilidades en la investigación en salud mental y otros campos.
Centaur combina dos aspectos fundamentales que normalmente se mantienen separados: la teoría interpretativa y la capacidad predictiva. Puede identificar fallos en los modelos tradicionales y ofrecer nuevas formas de mejorarlos. Las aplicaciones potenciales son amplias y abarcan desde la medicina hasta las ciencias sociales o ambientales. Los investigadores enfatizan la necesidad de que el modelo sea transparente, seguro y controlado, especialmente si se emplea a gran escala.
Los científicos planean ahora explorar más a fondo cómo el modelo representa computacionalmente distintos procesos de decisión. Quieren saber si estos patrones pueden revelar cómo las personas procesan la información y si existen diferencias en las estrategias cognitivas entre individuos sanos y aquellos con trastornos mentales. Sostienen que este tipo de herramientas puede transformar radicalmente nuestra comprensión de la mente humana, siempre que se usen de forma ética y con responsabilidad.