25 de marzo de 2025 – Buenos Aires – EFE.
Joaquín Sabina comenzó este lunes en Buenos Aires el primero de los diez conciertos de su gira, con un lleno total. La ciudad, que él mismo considera su “segunda casa”, es el lugar donde ofrecerá más recitales durante su gira de despedida. Las localidades para todos sus shows en el Movistar Arena ya están agotadas, y el último será el 18 de abril.
Durante el recital, Sabina expresó su profunda conexión con Buenos Aires, a la que se refiere como su “segunda casa y a veces la primera”. A sus 76 años, reafirmó su amor por la ciudad y su vínculo con ella, un lazo que ha perdurado por muchos años y que sigue siendo muy especial para él. Su público respondió con aplausos constantes a lo largo del concierto, lo que reflejó el cariño mutuo entre el cantautor y sus seguidores porteños.
El concierto, que duró más de dos horas, arrancó con el tema Lágrimas de Mármol, una canción que reflexiona sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad de la mortalidad. Sabina estuvo en constante interacción con el público, compartiendo historias, anécdotas y recuerdos entre las canciones, lo que hizo que la velada fuera aún más emotiva para todos los presentes.
Sabina, conocido por su sentido del humor y su cercanía con el público, dijo con cariño que en Madrid siempre les dice a sus seguidores que, si alguna vez se pierde, lo busquen en Buenos Aires. Esta frase, como muchas otras durante la noche, reforzó la conexión especial que tiene con la ciudad. La velada también sirvió como un repaso por su extensa carrera musical.
Con 15,000 espectadores en el Movistar Arena, Sabina continuó su espectáculo interpretando canciones emblemáticas como Lo niego todo, Calle Melancolía, 19 días y 500 noches y Quién me ha robado el mes de abril. El cantautor mencionó que estas canciones fueron escritas “hace mil años”, pero que siguen siendo queridas y significativas tanto para él como para su público.
El espectáculo no solo fue un deleite musical, sino también visual. Sabina presentó una puesta en escena cuidadosamente diseñada, que incluyó proyecciones artísticas en las pantallas. Las imágenes se combinaron con efectos de luces de manera precisa, creando un ambiente único. Además de sus videos musicales, también se mostraron dibujos e ilustraciones creadas por el estudio Oyeme! de Barcelona y la valenciana Ana Juan.
Durante la noche, Sabina hizo varias dedicatorias a su público. Una de las más emotivas fue un “abrazo enorme” a Bahía Blanca, una ciudad que sufrió graves inundaciones el 7 de marzo, dejando un saldo trágico de 16 muertos y cientos de evacuados. El gesto de Sabina fue muy apreciado por sus seguidores, quienes mostraron su apoyo a la ciudad afectada.
El concierto continuó con temas como Una Canción para la Magdalena, Y Sin Embargo y Por el Bulevar de los Sueños Rotos, mostrando la diversidad de su repertorio y su capacidad para conectar con el público en diferentes niveles emocionales. Cada canción estuvo llena de sentimientos, recuerdos y homenajes a sus vivencias y las de sus seguidores.
A lo largo de la noche, Sabina no solo cantó, sino que también interactuó con el público, creando una atmósfera íntima y cercana. En todo momento, los fans respondieron con entusiasmo, demostrando su admiración y cariño por el artista. La experiencia fue un homenaje tanto a su carrera como a su relación con Buenos Aires.
Al finalizar el recital, Sabina hizo un juego de palabras con el nombre de su gira, Hola y Adiós, cerrando la noche con un toque personal y divertido. “Hasta aquí el ‘hola’, ahora viene el ‘adiós’”, dijo el cantautor, dejando entrever que este podría ser un adiós en términos de su carrera internacional, aunque siempre habrá un “hola” en su corazón para sus seguidores.
La primera noche de Sabina en Buenos Aires fue, sin lugar a dudas, un evento memorable, lleno de emoción, música y nostalgia. Con una conexión especial con la ciudad y su público, el cantautor demostró por qué sigue siendo uno de los artistas más queridos y admirados de habla hispana. A medida que avanza en su gira de despedida, Sabina sigue dejando una huella imborrable en el corazón de sus seguidores.
