17 de marzo de 2025 – Ciudad de México – EFE.
La economía mexicana enfrentará importantes desafíos en 2025, con una contracción estimada del 1,3 % y una leve recuperación del -0,6 % en 2026, según el informe más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta caída se debe principalmente a las barreras comerciales más estrictas impuestas por Estados Unidos y a una desaceleración generalizada en la inversión, el consumo interno y la producción.
El informe titulado “Cómo navegar en la incertidumbre” destaca que las expectativas de la OCDE reflejan los efectos negativos de un aumento significativo de los aranceles de 25 puntos porcentuales en casi todas las importaciones mexicanas hacia Estados Unidos, medida que entrará en vigor en abril de 2025. Esta decisión afectará gravemente el desempeño económico del país.
La proyección de la OCDE menciona que, en consecuencia, México enfrentará una recesión con una disminución de la producción del 1,3 % en 2025, y del 0,6 % en 2026. A pesar de estos retrocesos, la recuperación será moderada, pero la economía aún no logrará recuperar su ritmo de crecimiento anterior.
Aunque México no ha modificado su política comercial con Estados Unidos ni ha anunciado represalias específicas, sí ha expresado su intención de responder a las acciones de la administración estadounidense. Aún así, la falta de medidas claras contribuye a la incertidumbre económica en la región.
En términos de crecimiento económico, el Producto Interno Bruto (PIB) de México alcanzó un 1,5 % en 2024, pero las expectativas para 2025 son pesimistas. La OCDE y otros actores del sector privado han reducido sus pronósticos, anticipando una recesión, ya que el impacto de los aranceles afectará directamente a los flujos comerciales y a las expectativas de los inversionistas.
El sector privado mexicano ha ajustado sus previsiones, anticipando un crecimiento de solo 0,8 % en 2025 y 1,7 % en 2026, mientras que el gobierno mexicano mantiene una expectativa de crecimiento más optimista, con un alza de entre el 2 y 3 %. Sin embargo, esta discrepancia refleja la incertidumbre que rodea la evolución de la economía en los próximos años.
La OCDE también ha previsto que la inflación general se mantendrá por encima del objetivo del 3 % fijado por el Banco de México, alcanzando un 4,4 % en 2025. Aunque se espera una ligera baja al 3,5 % en 2026, esta tendencia inflacionaria podría dificultar la estabilidad económica del país.
Dada la situación, la OCDE anticipa que el Banco de México adoptará una postura más restrictiva en su política monetaria para contrarrestar los efectos de la inflación y la desaceleración económica. Esta decisión podría tener implicaciones importantes para el costo del crédito y el crecimiento del consumo interno.
La dependencia de México del comercio con Estados Unidos, que representa alrededor del 80 % de sus exportaciones, lo hace particularmente vulnerable a los cambios en la política arancelaria. El encarecimiento de los bienes intermedios y el debilitamiento de la confianza empresarial contribuirán a una desaceleración en la inversión y el empleo, afectando el panorama económico.
Finalmente, la OCDE contempla un escenario alternativo en el que Estados Unidos mantenga las exenciones arancelarias para los productos mexicanos que cumplan con las reglas del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En este caso, el impacto negativo sobre la economía mexicana sería menor, con un crecimiento estimado del 0,1 % en 2025 y del 0,8 % en 2026.