15 de octubre de 2025 – Tegucigalpa – EFE.
Las copiosas precipitaciones que han caído sobre Honduras desde finales de septiembre han provocado una grave situación, resultando en trece víctimas mortales y un número cercano a las veinticinco mil personas damnificadas. Esta alarmante cifra fue comunicada por las autoridades de protección civil del país centroamericano este miércoles.
El reporte oficial de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias especificó la naturaleza de las muertes, indicando que doce de ellas fueron por inmersión o ahogamiento, mientras que una persona falleció a causa de la caída de un árbol. La tragedia incluye a seis menores de edad que perdieron la vida, cuyas edades oscilaban entre los nueve y los catorce años.
Los efectos de las lluvias han sido cuantificados en un total de 24.856 personas afectadas. De este grupo, 2.356 han sido categorizadas como damnificadas y otras 350 personas tuvieron que ser desalojadas de sus hogares. Además, la infraestructura y las viviendas han sufrido daños significativos.
Se ha reportado un saldo de 1.947 casas que presentan algún tipo de daño, con 71 viviendas totalmente destruidas. La crecida de ríos y quebradas, sumada a los deslizamientos de tierra y los estragos en las vías de comunicación, han dejado a 83 comunidades completamente aisladas e incomunicadas.
Ante la magnitud de la crisis, la entidad hondureña de gestión de riesgos decidió prorrogar la alerta roja, o estado de emergencia máxima, por un periodo de veinticuatro horas. Esta medida se aplicó a tres municipalidades en los departamentos de Francisco Morazán, Valle y Choluteca, ubicados en la zona central y sur del país, debido al riesgo que representa el desborde de los ríos Choluteca y Goascorán.
En el resto del territorio, el riesgo persiste. Nueve departamentos adicionales se mantienen bajo alerta amarilla, que implica una evacuación preventiva. Por otra parte, otros tres departamentos permanecen en alerta verde, un nivel que exige una vigilancia de carácter preventivo. El CENAOS advirtió que la interacción de una vaguada y la humedad de ambos océanos continuará generando lluvias débiles a moderadas en las regiones central y sur del país. Por último, las autoridades urgieron a los ciudadanos a no cruzar ríos crecidos y a extremar las precauciones en zonas vulnerables a inundaciones y derrumbes, dada la alta susceptibilidad de Honduras a los fenómenos naturales entre septiembre y noviembre.