19 de noviembre de 2025 – Guayaquil (Ecuador) – EFE.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, experimentó su revés más significativo desde que asumió el cargo en 2023, al perder el referéndum celebrado recientemente. Esta derrota ocurre solo siete meses después de su amplia victoria electoral, donde fue reelegido hasta 2029 superando a la candidata correísta, Luisa González.
Con el escrutinio de votos casi completo, el ‘No’ se impuso claramente en las cuatro preguntas clave propuestas por el mandatario. Estas incluían la creación de una Asamblea Constituyente para reemplazar la actual constitución (rechazo del 61,72 %), la autorización de bases militares extranjeras (60,77 %), la eliminación del financiamiento público a los partidos políticos (58,21 %) y la disminución del número de asambleístas (53,61 %).
Esta inesperada derrota puede atribuirse a varios factores. Entre ellos, se encuentran la resistencia popular a las medidas de ajuste fiscal impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el aumento continuo de la violencia criminal, la fuerte respuesta gubernamental a las recientes manifestaciones y un notorio conflicto con la Corte Constitucional del país.
A pesar de la detención de cabecillas de grupos criminales desde la llegada de Noboa, la cifra de homicidios ha seguido en aumento, proyectándose a un récord de 9.000 asesinatos este año. Ecuador se mantiene a la cabeza de América Latina en tasa de homicidios, a pesar de la “guerra” declarada por el presidente contra el crimen organizado y la calificación de estos grupos como “terroristas” bajo un estado de “conflicto armado interno”. Paralelamente, las extorsiones y las explosiones, especialmente en ciudades como Guayaquil, continúan siendo una amenaza constante.
En el ámbito económico, y como parte del acuerdo crediticio de 5.000 millones de dólares con el FMI, el gobierno aplicó medidas de austeridad impopulares. Primero incrementó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 % al 15 %. Posteriormente, redujo subsidios a las gasolinas más populares y los eliminó para el diésel, lo que generó protestas de comunidades indígenas. Aunque las medidas no fueron revertidas, la dura represión utilizada dejó manifestantes muertos y un profundo sentimiento de injusticia en estas poblaciones, sumado a la manifestación de rechazo por el recorte de ministerios y el despido de 5.000 empleados públicos.
El enfrentamiento con la Corte Constitucional se intensificó cuando Noboa propuso la Constituyente luego de que el tribunal suspendiera varias leyes anti-crimen aprobadas rápidamente por el Parlamento. El presidente llegó a liderar marchas contra los jueces, acusándolos de ser “enemigos de la ciudadanía”. De manera controvertida, pocos días antes del referéndum, el exvicepresidente correísta Jorge Glas, condenado por corrupción y detenido tras el asalto a la Embajada de México en Quito, fue trasladado a una nueva cárcel de máxima seguridad, donde fue exhibido públicamente por el gobierno en redes sociales, generando denuncias por el trato dado por la oposición y parte de la sociedad civil.
































