7 de marzo de 2025 – Ciudad de Panamá – EFE.
El Gobierno de Panamá otorgará un permiso temporal humanitario a 112 migrantes irregulares deportados por EE.UU., en el marco de un acuerdo bilateral. Este permiso permitirá a los migrantes salir del albergue donde se encuentran y tramitar su salida del país, ya sea repatriados a sus países de origen o aceptados por una tercera nación.
El permiso temporal tendrá una duración inicial de 30 días, con la posibilidad de prórrogas hasta un máximo de 90 días. Las entrevistas para la entrega de estos permisos comenzarán a más tardar este sábado, según indicó el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, en declaraciones a los medios.
Además de este permiso, los migrantes tendrán acceso a asistencia legal. El ministro destacó que cada uno de ellos podrá contar con un abogado para apoyar el proceso de tramitación de su salida de Panamá.
En febrero pasado, Panamá recibió a 299 migrantes irregulares extracontinentales deportados por EE.UU., en virtud de un acuerdo bilateral que convirtió al país en un “puente” para su repatriación. De estos 299 migrantes, 177 ya han regresado voluntariamente a sus países de origen, mientras que 10 están pendientes de tomar su vuelo de regreso.
De los 112 migrantes restantes, algunos se han negado a regresar a sus países de origen, argumentando que regresar representaría un peligro para ellos. Estos migrantes también han rechazado la posibilidad de ser trasladados a una tercera nación, según las declaraciones de Ábrego. Los migrantes se encuentran actualmente bajo protección en el albergue migratorio de San Vicente, en la provincia de Darién.
El permiso temporal les permitirá desplazarse a la capital panameña o a otras ciudades del país para gestionar su salida de manera voluntaria. Según Ábrego, los migrantes han expresado su deseo de gestionar su salida por sus propios medios, rechazando la ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La situación ha generado controversia, ya que Panamá fue demandada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por presuntamente violar los derechos de las personas deportadas por EE.UU. La demanda hace referencia a las condiciones y el tratamiento de los migrantes deportados, lo que ha generado preocupación en las organizaciones de derechos humanos.
En cuanto al flujo migratorio, el ministro Ábrego informó que en lo que va del año, unas 3.100 personas han entrado a Panamá desde Costa Rica, tras haber fracasado en su intento de llegar a Estados Unidos. Las autoridades panameñas y costarricenses han trabajado juntas para atender este flujo de migrantes, que llega al país en busca de un paso hacia el norte.
Una vez que los migrantes cruzan la frontera sur de Panamá, las autoridades panameñas organizan su transporte desde la localidad de Corredores, en Costa Rica, hasta el puerto de Miramar en Panamá. Desde allí, se les lleva en bote hasta la comunidad panameña de La Miel, desde donde continúan su ruta hacia la comunidad colombiana de Sapzurro.
A pesar de la caída del flujo migratorio de sur a norte, las autoridades siguen monitoreando la situación. Según Ábrego, en los últimos días el número de migrantes que han ingresado a Panamá ha sido muy bajo. El día anterior solo 13 personas cruzaron, y el día anterior no hubo ningún ingreso.
Las autoridades panameñas también han informado sobre una reducción drástica del flujo migratorio a través de la selva del Darién, que marca la frontera natural con Colombia. Este año, solo han cruzado 2.637 personas en comparación con las 72.294 del mismo periodo en 2024.
En años anteriores, el flujo migratorio a través de Panamá de sur a norte fue muy alto, especialmente en 2023, cuando se registró un número récord de más de 520.000 migrantes. Sin embargo, se espera que para 2024 este número disminuya a unos 300.000 migrantes, lo que refleja una caída significativa en comparación con el año anterior.
El Gobierno de Panamá sigue tomando medidas para gestionar el flujo migratorio y garantizar que los migrantes reciban la atención adecuada mientras gestionan su salida del país. Aunque el permiso temporal es una medida humanitaria, la situación de los migrantes irregulares continúa siendo un desafío para las autoridades y para las organizaciones internacionales que velan por los derechos de las personas en tránsito.
