20 de febrero de 2025 – Caracas – EFE.
Un grupo de 177 migrantes venezolanos regresó a su país la noche del jueves, tras ser trasladados en un avión desde Honduras. Los migrantes habían llegado a Honduras desde la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba, donde habían estado retenidos durante algún tiempo.
El avión, operado por la aerolínea estatal venezolana Conviasa, aterrizó en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, en el estado de La Guaira, cerca de Caracas. En el aeropuerto, les dio la bienvenida Diosdado Cabello, el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, quien agradeció al gobierno hondureño por su colaboración en el proceso de repatriación.
Cabello describió a los migrantes como personas que habían estado en el “infierno”, haciendo referencia a las duras condiciones en la base de Guantánamo. Resaltó que, aunque algunos pudieran tener problemas judiciales, todos estaban regresando a Venezuela para ser tratados con dignidad y humanidad.
El ministro también mencionó que el gobierno venezolano investigaría si alguno de los repatriados tenía vínculos con el grupo criminal transnacional Tren de Aragua, que ha sido señalado por el gobierno de EE.UU. como un grupo terrorista. Aseguró que, si se encontraban personas relacionadas con la organización, lo dirían abiertamente, sin intentar ocultar la verdad.
Según imágenes transmitidas por la televisión estatal, los migrantes cantaron el himno nacional mientras estaban a bordo del avión, y poco después llegaron al aeropuerto, caminando en fila bajo la vigilancia de funcionarios y agentes de seguridad.
El gobierno de Nicolás Maduro había solicitado previamente la repatriación de estos migrantes, a quienes consideraba que habían sido llevados “injustamente” a Guantánamo. En este contexto, los migrantes fueron trasladados a Honduras, desde donde luego volaron a Venezuela.
Este es el segundo grupo de migrantes venezolanos que regresa al país tras un acuerdo con Estados Unidos, que permitió su repatriación. La primera repatriación de migrantes venezolanos se había llevado a cabo a finales de enero, después de una reunión entre el representante especial de Donald Trump, Richard Grenell, y Nicolás Maduro en Caracas.
Maduro aseguró que la repatriación de este grupo fue el resultado de una solicitud directa del gobierno venezolano a Estados Unidos, lo que permitió el regreso de los 177 migrantes. También expresó que estos migrantes no eran delincuentes, sino víctimas de las sanciones impuestas por la “ultraderecha”, refiriéndose a la oposición venezolana.
En el marco del programa gubernamental de repatriación “Vuelta a la Patria”, lanzado en 2018, más de 900.000 venezolanos han regresado al país. Maduro destacó que hasta la fecha, alrededor de 1,3 millones de migrantes han vuelto a Venezuela, aunque indicó que aún quedaba un millón de connacionales en el extranjero, deseosos de regresar.
El 10 de febrero, otro grupo de 190 migrantes llegó a Caracas, según las autoridades venezolanas, sin que ninguno de ellos tuviera vínculos con el Tren de Aragua, a pesar de los informes previos de Estados Unidos que afirmaban lo contrario. Desde principios de febrero, EE.UU. comenzó a trasladar a migrantes venezolanos hacia la base de Guantánamo, varios de los cuales llevaban meses detenidos en centros de detención.
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