26 de marzo de 2025 – Ciencia – EFE.
Un trasplante de hígado de cerdo genéticamente modificado a una persona en muerte cerebral ha mostrado que este órgano podría sobrevivir y funcionar en un cuerpo humano. Este avance sugiere que en el futuro, el hígado porcino podría servir como una terapia puente hasta obtener un trasplante definitivo. El estudio fue publicado en la revista Nature por el equipo que llevó a cabo el xenotrasplante, realizado en el Hospital Militar Xinjin de China hace un año.
El procedimiento fue realizado en un paciente en muerte cerebral, y su propósito fue evaluar el rendimiento del hígado y comprobar si había rechazo del órgano durante un periodo de 10 días, autorizado por la familia y supervisado por un comité ético. El equipo, liderado por Ke-Feng Dou, utilizó un hígado de cerdo miniatura Bama, al cual se editaron seis genes para evitar el rechazo y mejorar la compatibilidad con el cuerpo humano.
El hígado, que es un órgano complicado de trasplantar debido a sus múltiples funciones en el cuerpo, fue trasplantado de forma heterotópica, es decir, se colocó junto al hígado original del paciente sin retirarlo. Esto permitió al equipo evaluar cómo funcionaba el hígado de cerdo junto al del paciente, y los resultados fueron considerados un éxito, ya que se logró mantener el funcionamiento del órgano por un periodo determinado.
Los investigadores indicaron que los resultados del trasplante mostraron que el hígado porcino era capaz de sobrevivir en el cuerpo humano y empezar a funcionar. Además, sugirieron que el xenotrasplante hepático podría ser una terapia puente útil para pacientes con insuficiencia hepática aguda que están a la espera de un trasplante humano definitivo. Sin embargo, los investigadores señalaron que esto es solo una hipótesis, ya que el procedimiento solo duró diez días y no se sabe cuánto tiempo podría apoyar el hígado de cerdo al humano.
El estudio también destaca la necesidad de desarrollar métodos más efectivos para realizar xenotrasplantes ortotópicos, donde el hígado de cerdo reemplazaría al humano. Hace poco, el equipo realizó otro trasplante en un paciente en muerte cerebral, pero esta vez se reemplazó el hígado original por el de cerdo, lo que permitió una evaluación más directa del xenoinjerto.
Durante los diez días de seguimiento, se monitorearon las funciones básicas del hígado, como la producción de bilis y albúmina, el flujo sanguíneo y las respuestas inmunitarias. No se observó rechazo hiperagudo, y las respuestas inmunológicas fueron controladas mediante inmunosupresores. Los resultados sugieren que el hígado de cerdo siguió siendo funcional hasta el final del estudio, aunque los investigadores reconocieron las limitaciones del estudio debido a la corta duración de la observación y la medición solo de funciones hepáticas básicas.
Rafael Matesanz, fundador de la Organización Nacional de Trasplantes de España, comentó que el procedimiento fue satisfactorio y podría usarse en el futuro. Destacó que este avance abre la puerta a la sustitución temporal del hígado enfermo con un órgano porcino mientras se espera uno humano. Sin embargo, tanto Matesanz como el investigador Iván Fernández, de la Universidad de Oviedo, señalaron que el estudio no proporciona conclusiones definitivas debido a que solo se basó en un único caso.
Por su parte, el profesor Peter Friend de la Universidad de Oxford consideró que el estudio es un avance importante en el campo de los xenotrasplantes. Sin embargo, señaló que al no haberse extirpado el hígado del paciente, no es posible determinar cómo habría respondido el xenoinjerto en un enfermo con insuficiencia hepática grave, lo que limita las conclusiones del estudio.