10 de julio de 2025 – Los Ángeles (EE.UU.) – EFE.
Un grupo de activistas y trabajadores de origen latino y asiático se manifestó en Los Ángeles para exigir el fin de las redadas realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como la liberación de varias personas detenidas el 6 de julio. Esta protesta mostró una unión entre dos de las principales comunidades migrantes del estado de California, quienes denuncian una creciente represión hacia trabajadores indocumentados.
Carlos González, joven angelino de origen mexicano, relató que su hermano José y otros catorce trabajadores de su comunidad fueron arrestados sin justificación y separados de sus familias. La mayoría de los detenidos trabajaban en fábricas o en la construcción. Carlos y otras personas con familiares en centros de detención señalaron que estas acciones han sembrado miedo y confusión entre los migrantes.
La protesta se llevó a cabo en el parque Seoul International de Los Ángeles y fue organizada por colectivos tanto asiáticos como hispanos. T.J. Kim, migrante coreano y miembro de la organización Kiwa, denunció que dos empleados de un mercado coreano fueron detenidos mientras realizaban sus tareas laborales, lo que provocó alarma en la comunidad.
Los activistas calificaron de intimidantes e ilegales las tácticas usadas por ICE, especialmente tras un operativo en el parque McArthur el 7 de julio, donde participaron 90 agentes armados. Este despliegue ha sido criticado por organizaciones locales y por la alcaldesa Karen Bass, quien lo describió como un acto violento innecesario.
Según miembros de Kiwa, se han registrado más de mil detenciones de migrantes en los últimos meses, muchas de ellas sin identificación clara de los agentes. El gremio de trabajadores en lavaderos de autos ha sido uno de los más afectados, con más de un centenar de arrestos reportados.
Los manifestantes exigieron a las autoridades locales mayor protección para las comunidades migrantes y la revisión de las condiciones en los centros de detención. Se denunció que algunos detenidos carecen de agua potable y son interrogados al aire libre. Además, organizaciones como TRAC reportaron que ICE ha trasladado migrantes a centros lejanos, complicando el contacto con sus familias.