23 de diciembre de 2025 – Washington – EFE.
El nombre del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, figura de manera recurrente en una serie de archivos desclasificados recientemente por las autoridades judiciales en relación con el caso de Jeffrey Epstein. No obstante, las instituciones oficiales han señalado que una parte de estos registros incluye señalamientos carentes de veracidad que fueron difundidos en un periodo previo a las elecciones de años anteriores. Estas advertencias buscan aclarar la naturaleza de algunos testimonios que han salido a la luz en esta nueva fase de transparencia informativa sobre la red del magnate fallecido.
Dentro del extenso material publicado predominan las comunicaciones electrónicas donde se comparten diversos reportes sobre la vida pública y política de Trump. Sin embargo, también se incluyen referencias específicas a sus traslados en las aeronaves de Epstein y declaraciones de terceros que aluden a supuestos incidentes graves de agresión. A pesar de la seriedad de estas menciones, los organismos de justicia han insistido en que muchas de estas narrativas son sensacionalistas y fueron entregadas a los investigadores sin bases sólidas que permitieran corroborar su autenticidad en aquel momento.
Entre los testimonios destacados se encuentra el relato de un chofer de transporte privado que asegura haber escuchado una acusación directa contra el mandatario por un evento ocurrido a mediados de los años noventa. Por otro lado, una denuncia anónima describe un encuentro ocurrido en 1994 donde se sugiere que Trump habría estado presente en una reunión organizada por Epstein con una menor de edad. Estas historias forman parte del compendio de documentos que el FBI ha estado analizando para determinar si existen elementos probatorios reales o si se trata de ataques mediáticos sin fundamento.
La investigación también ha detectado la existencia de correspondencia apócrifa, como una carta supuestamente redactada por el propio Epstein desde prisión. Los analistas del FBI determinaron que la caligrafía y los datos de origen no coinciden con los del financiero, lo que invalida cualquier afirmación contenida en dicho texto respecto al interés del presidente por comportamientos inapropiados. Este tipo de hallazgos refuerza la postura oficial sobre la presencia de desinformación dentro de los expedientes que se han integrado al caso a lo largo del tiempo.
Adicionalmente, los informes mencionan acusaciones sobre eventos sociales privados en la propiedad de Mar-a-Lago y detalles técnicos sobre la frecuencia de los vuelos compartidos entre ambos personajes. Aunque algunos de estos datos logísticos eran conocidos anteriormente por la opinión pública, los nuevos documentos revelan que los fiscales estuvieron intercambiando y revisando esta información de manera interna durante procesos legales recientes. La documentación busca dar claridad sobre el vínculo que existió antes de que se rompieran las relaciones personales hace más de dos décadas.
La difusión masiva de estos folios responde a una legislación específica impulsada por el legislativo para transparentar el caso Epstein tras su muerte en 2019. Aunque en un inicio hubo debate político sobre la apertura de estos expedientes, finalmente se procedió con la entrega de miles de páginas que hoy permiten observar de cerca las interconexiones entre figuras de alto nivel y la red del agresor convicto. Este proceso de publicación continúa exponiendo datos que, según el Departamento de Justicia, deben ser evaluados con cautela debido al contexto en que fueron generados originalmente.
































