30 de septiembre de 2025 – Salud – Agencias.
Incluso los niveles de vitamina B12 que son considerados “normales” podrían no ser suficientes para proteger al cerebro durante el proceso de envejecimiento. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) han descubierto que adultos mayores con niveles de B12 más bajos, aunque técnicamente dentro del rango normal, mostraban una velocidad de procesamiento más lenta, mayor daño en la sustancia blanca y debilidades cognitivas.
Cumplir con el requerimiento diario estándar de vitamina B12, crucial para la producción de ADN, glóbulos rojos y tejido nervioso, podría no ofrecer una protección cerebral adecuada, especialmente en la población de edad avanzada. De hecho, situarse en el rango de B12 catalogado como “normal” aún podría incrementar el riesgo de desarrollar problemas cognitivos. La investigación se centró en adultos mayores sanos y reveló que aquellos participantes con niveles más bajos de la vitamina, aunque no deficientes, presentaban debilidades neurológicas y cognitivas, incluyendo mayor daño en la sustancia blanca del cerebro y peores resultados en pruebas de velocidad cognitiva y procesamiento visual.
Estos hallazgos han llevado a Ari J. Green, autor principal del estudio publicado en Annals of Neurology, a plantear serias dudas sobre la suficiencia de las recomendaciones actuales de B12, sugiriendo la necesidad de una revisión de las guías. Green explicó que estudios previos que definieron cantidades saludables de B12 pudieron haber pasado por alto manifestaciones funcionales sutiles que afectan a las personas sin causar síntomas evidentes. El autor sostiene que redefinir la deficiencia de B12 mediante la incorporación de biomarcadores funcionales podría permitir intervenciones más tempranas y la prevención del declive cognitivo.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 231 participantes sanos, con una edad promedio de 71 años, que no presentaban demencia o deterioro cognitivo leve. Aunque el promedio de B12 en sangre de los participantes (414.8 pmol/L) estaba por encima del mínimo estadounidense de 148 pmol/L, el análisis del componente biológicamente activo de la B12 reveló que aquellos con niveles más bajos tenían una velocidad de procesamiento más lenta, un indicador de un sutil deterioro cognitivo. Este impacto era más notorio en los participantes de mayor edad.
Las pruebas mostraron retrasos significativos en la respuesta a estímulos visuales, indicando un procesamiento visual y una conductividad cerebral general más lentas. Además, las resonancias magnéticas cerebrales (RM) de estos participantes revelaron un mayor volumen de lesiones en la sustancia blanca, un fenómeno que se ha asociado previamente con el deterioro cognitivo, la demencia o el riesgo de accidente cerebrovascular.
Si bien los voluntarios eran adultos mayores, que son particularmente vulnerables a niveles bajos de B12, la coautora principal Alexandra Beaudry-Richard indicó que estos niveles reducidos podrían “impactar la cognición en mayor medida de lo que se pensaba” y afectar a una proporción de la población más amplia de lo que se percibe. Beaudry-Richard concluyó que, además de redefinir la deficiencia de B12, los médicos deberían considerar la suplementación en pacientes mayores con síntomas neurológicos, incluso si sus niveles están dentro de los límites considerados normales, y subrayó la necesidad de investigar más a fondo la insuficiencia de B12 como una posible causa prevenible de deterioro cognitivo.