7 de octubre de 2025 – Chicago – EFE.
El alcalde demócrata de Chicago, Brandon Johnson, declaró este martes que los agentes federales que contravengan su orden ejecutiva sobre “zonas libres” de redadas migratorias deberían enfrentar cargos. Esta postura surge a raíz del despliegue de tropas estatales, ahora federalizadas por orden del presidente Donald Trump.
En una conferencia de prensa, Johnson alertó que si el personal federal ignora las regulaciones locales, estaría cometiendo un “delito penal”, anticipando que “habrá gente en los tribunales”. Sin embargo, admitió estar “explorando” las facultades a su disposición que le permitirían hacer cumplir la ordenanza que firmó el día anterior.
La orden se dirige específicamente a las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), prohibiéndoles el uso de estacionamientos y terrenos que son propiedad o están bajo el control de la ciudad de Chicago para sus fines operativos.
Al ser consultado sobre las posibles repercusiones para los agentes federales que desafíen la orden de “Zonas Libres de ICE”, la cual ha recibido fuertes críticas de la Casa Blanca, Johnson sostuvo que la “entidad que están violando: la ciudad de Chicago” debería acusarlos de un delito.
El alcalde enfatizó que “cualquiera que cometa un delito debería ser imputado. Es la norma básica de lo que ostensiblemente llaman orden público”, e insistió en que estos agentes federales deben “rendir cuentas” por sus acciones.
Johnson, quien criticó en repetidas ocasiones al Gobierno de Trump y a ICE, transmitió un mensaje de “calma”, apelando al civismo y asegurando que está utilizando todas las “herramientas” locales disponibles para proteger a los residentes de Chicago, una ciudad con una de las poblaciones mexicanas más grandes del país.
Mencionó que espera la participación de alrededor de 3,000 corredores mexicanos en el Maratón de Chicago este domingo, deseando que “vengan todos” y que prevalezca la normalidad. Reconoció el “miedo” existente en la comunidad inmigrante ante el aumento de los operativos y las protestas.
Pidió a la comunidad no sucumbir al “miedo”, refiriéndose a su normativa que protege los espacios públicos de las redadas y a otras medidas “a largo plazo” que está considerando para que las familias se sientan seguras. También señaló que si los ciudadanos ven a personas enmascaradas, como a veces actúan los agentes federales, deben saber que “eso no es un policía local” ya que los oficiales de la ciudad son identificables.
Finalmente, el alcalde expresó su opinión de que “lo que la Administración Trump está haciendo para escalar la violencia en Chicago y otras ciudades es reprensible”. Condenó la situación, calificándola como una declaración de guerra contra Chicago y una acción dirigida contra la clase trabajadora y las minorías no blancas en general, lo cual le resulta desconcertante.