27 de agosto de 2025 – Salud – Agencias.
Una de las tendencias más notables en las ciencias sociales, la llamada curva de la felicidad, que mostraba un bienestar en forma de U a lo largo de la vida, ha desaparecido. Un nuevo estudio liderado por el Dartmouth College de Estados Unidos sugiere que esta curva ha sido alterada por el deterioro de la salud mental de los jóvenes.
El patrón original indicaba que el malestar se acentuaba en la mediana edad para luego disminuir. Sin embargo, los nuevos hallazgos, publicados en la revista Plos One, demuestran que el nivel de malestar es más alto en la juventud y disminuye continuamente con la edad, eliminando así la “joroba del malestar” en la mediana edad.
El equipo de investigadores analizó datos de Estados Unidos, Reino Unido y otros 42 países, extraídos del estudio Global Minds, que abarcó desde 1993 hasta 2025. Las encuestas recopilaron información sobre la salud mental, el estrés, la ansiedad y los pensamientos suicidas de los participantes, que tenían entre 18 y 74 años.
Según el estudio, este cambio se debe a que la salud mental de los jóvenes ha empeorado en comparación con la de las personas mayores. Aunque las causas exactas no están claras, los autores señalan varios factores posibles, como los efectos a largo plazo de la crisis de 2008 en el mercado laboral, la falta de financiación para servicios de salud mental, los desafíos de la pandemia de COVID-19 y el aumento del uso de teléfonos móviles y redes sociales.
El estudio es el primero en demostrar que el malestar mental es ahora mayor en los jóvenes y disminuye con la edad. El doctor Maite Garaigordobil, de la Universidad del País Vasco, quien no participó en la investigación, destaca que este hallazgo es relevante porque contradice el patrón de la curva en U que se creía consolidado.
El nuevo escenario plantea que los adolescentes y jóvenes son un grupo vulnerable en términos de salud mental, lo que demanda una nueva atención en la investigación y la intervención educativa y social. Esta situación, según los investigadores, representa una “grave crisis de salud mental” que debe ser abordada con urgencia.