4 de julio de 2025 – Nueva York – EFE.
Joey Chestnut, conocido como el ‘rey del hot dog’, volvió a la escena este 4 de julio devorando 70 hot dogs en solo 10 minutos, con lo que recuperó su título de campeón en el tradicional concurso de Nathan’s, celebrado cada año en Coney Island, Nueva York. Su regreso fue muy esperado luego de estar ausente en 2024, cuando fue excluido del evento por firmar con una marca de alimentos veganos.
A su llegada, Chestnut fue recibido como una celebridad por los asistentes, reflejo de su larga trayectoria en esta competencia, donde ha ganado durante 16 años el icónico “cinturón de mostaza”. Su ausencia el año pasado generó controversia, ya que su colaboración con la marca Impossible Foods fue considerada un conflicto con las reglas del certamen, aunque él siempre ha manifestado que no ve contradicción en apoyar también alternativas vegetales.
Este tipo de competencias de comida tienen gran popularidad en Estados Unidos y forman parte de una liga oficial llamada Major League of Eating (MLE), que cuenta con torneos televisados y miles de seguidores. Nathan’s es uno de los concursos más emblemáticos y lleva celebrándose por más de un siglo, convirtiéndose en una tradición del Día de la Independencia.
En 2021, Chestnut impuso el récord oficial con 76 hot dogs, y más recientemente, fuera de competencia, logró comerse 83 en un programa de Netflix, lo que demuestra su supremacía en esta disciplina. Aunque esta vez no rompió su propia marca, se impuso cómodamente sobre los demás participantes y fue ovacionado por los fanáticos que acudieron con pancartas a animarlo.
A través de redes sociales, Chestnut se mostró entusiasmado de regresar al evento y dejó claro que Nathan’s es su única colaboración oficial con una empresa de hot dogs. Afirmó que sus vínculos con compañías veganas no han afectado su compromiso con este concurso ni su amor por el hot dog tradicional, reafirmando su postura frente a la controversia que lo alejó del certamen el año anterior.
Más allá de esta competencia, Chestnut ha batido récords en múltiples categorías, desde croquetas hasta tartas de manzana, consolidándose como una figura destacada en el mundo de la glotonería. Su fama no solo le ha traído trofeos y premios en efectivo, como los 10.000 dólares ganados hoy, sino también contratos publicitarios que, según estimaciones, le generan ingresos anuales cercanos al medio millón de dólares.