5 de agosto de 2025 – Washington – EFE.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha anunciado este martes que presentará una demanda con el objetivo de declarar vacantes los escaños de los legisladores demócratas. Estos representantes abandonaron el estado para boicotear el proceso de rediseño del mapa electoral, una medida que los republicanos buscan aprobar. La acción legal de Paxton pretende penalizar a los congresistas por su ausencia y por no cumplir con sus responsabilidades.
Aproximadamente 50 legisladores estatales demócratas salieron de Texas el domingo pasado. Su estrategia consiste en impedir que la cámara estatal alcance el quórum necesario para poder votar y aprobar el nuevo mapa electoral. Esta maniobra de boicot es una respuesta a la iniciativa republicana, impulsada por el presidente Donald Trump, que busca reconfigurar los distritos electorales a favor de su partido fuera del periodo habitual de redistribución, que ocurre cada diez años.
El nuevo mapa electoral propuesto por los republicanos amenaza directamente varios distritos que actualmente están en manos de demócratas. Específicamente, se reajustan las fronteras de las regiones representadas por los congresistas Henry Cuéllar y Vicente González para favorecer a los candidatos republicanos. Además, se elimina el distrito que representa al progresista Greg Casar en la zona central del estado. De ser aprobado, este plan podría dar a los republicanos el control de 30 de los 38 escaños que Texas tiene en la Cámara Baja, un aumento significativo con respecto a los 25 que controlan actualmente.
En un comunicado, el fiscal general Paxton dejó claro que los legisladores que no regresen a Texas antes del viernes enfrentarán un proceso judicial que podría resultar en la pérdida de sus escaños. Paxton argumentó que al huir del estado, los demócratas han abandonado sus cargos y han incumplido con su deber como funcionarios electos, lo que justifica la acción legal en su contra.
Para ejercer su presión, los demócratas se amparan en una cláusula de la Constitución de Texas que exige la presencia de dos tercios de los miembros de cada cámara para llevar a cabo actividades oficiales. Sin embargo, en 2021, Texas aprobó una ley que impone multas diarias de 500 dólares a los legisladores que se ausenten de una sesión con el fin de romper el quórum. Además, el gobernador republicano, Greg Abbott, ya había ordenado la detención de los congresistas y los acusó de traicionar su deber hacia los tejanos.
La situación es una muestra de la intensa polarización política en el estado. El gobernador y el fiscal general buscan usar todas las herramientas legales a su disposición para que los legisladores demócratas regresen a la capital y permitan que se celebre la votación del nuevo mapa electoral. Los demócratas, por su parte, mantienen su postura de resistencia, a pesar de las posibles multas y consecuencias legales, en un intento de frenar lo que consideran un intento de manipulación electoral.
