18 de julio de 2025 – Nueva York – EFE.
El enviado especial de Estados Unidos en Siria, Tom Barrack, anunció que Israel y Siria han llegado a un acuerdo de alto el fuego con el respaldo de Estados Unidos y la aceptación de Turquía. El anuncio fue realizado a través de su cuenta en la red social X, destacando la colaboración de líderes como el primer ministro israelí Netanyahu y el presidente sirio Ahmed al-Sharaa, así como la participación de países vecinos como Jordania.
Barrack, quien también ejerce como embajador en Turquía, hizo un llamado a las comunidades drusas, beduinas y sunitas para que depongan las armas. Invitó a estas y otras minorías a unirse en la creación de una nueva identidad siria basada en la paz y la convivencia con los países vecinos, tras años de conflicto interno.
A pesar del reciente acuerdo, se registraron nuevos bombardeos israelíes en la provincia siria de Al Sueida. Estos ataques ocurrieron el jueves, incluso después de que las fuerzas gubernamentales sirias se retiraran de la zona, cumpliendo con el alto el fuego alcanzado un día antes con las milicias locales con las que estaban enfrentadas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó que uno de estos bombardeos habría afectado a un grupo de beduinos, los cuales habían estado involucrados en enfrentamientos recientes con la comunidad drusa local. Esta tensión ha sido uno de los factores que ha complicado la implementación efectiva del alto el fuego.
Israel justificó estos ataques como una medida para proteger a la minoría drusa en Siria. En ese contexto, el ejército israelí habría atacado instalaciones gubernamentales sirias, incluyendo el Ministerio de Defensa y áreas cercanas al Palacio Presidencial en Damasco, argumentando que lo hacía en defensa de los drusos.
La violencia entre facciones en Al Sueida ha causado el desplazamiento de unas 2.000 familias, según datos de Naciones Unidas. Los enfrentamientos comenzaron entre drusos y clanes beduinos, pero la intervención del ejército sirio en una región previamente controlada por fuerzas locales abrió un nuevo conflicto, en medio de tensiones persistentes entre la minoría drusa y el gobierno islamista actual.