3 de diciembre de 2025 – Moscú – EFE.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no consiguió llegar a un entendimiento con Steve Witkoff, el enviado especial de la Casa Blanca, durante su sexta reunión, respecto al plan de paz para Ucrania propuesto por Estados Unidos. Esta falta de consenso sugiere que un acuerdo para poner fin al conflicto no será inminente. Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin, comunicó a la prensa rusa que, si bien algunas de las propuestas estadounidenses son “más o menos aceptables” y merecen discusión, otras fueron presentadas y “no nos convienen” por el momento, lo que indica que aún no se ha alcanzado un compromiso.
Las negociaciones se extendieron por cinco horas, durante las cuales ambas delegaciones revisaron el borrador original presentado por el presidente de EE. UU., Donald Trump. Este plan había sido ajustado en las dos semanas previas mediante consultas con Kiev y naciones europeas. Además, el emisario estadounidense entregó a la parte rusa otros cuatro documentos. Entre los temas más espinosos en los que ni los países en conflicto ni los mediadores han logrado un acuerdo se encuentran la posible renuncia de Ucrania a integrarse a la OTAN, el ofrecimiento de garantías de seguridad, la retirada de tropas rusas del Donbás y el tema de las reparaciones económicas rusas en la posguerra.
A pesar de la falta de un acuerdo definitivo, Ushakov enfatizó que las posturas de ambos lados “no están más lejos, eso seguro”, en comparación con la situación previa al encuentro. Calificó la reunión como “muy útil, constructiva y sustancial”, destacando su duración de cinco horas. Sin embargo, reconoció que aún resta “mucho trabajo por hacer tanto en Washington como en Moscú”, especialmente en lo referente a “el problema territorial, sin el que nosotros no vemos una solución a la crisis”. El líder ruso manifestó su apoyo a la mayoría de los puntos del plan estadounidense, aunque criticó otros, y también condenó la postura “destructiva” de los países europeos.
Putin señaló que en algunos puntos podía estar de acuerdo y así se lo comunicó a sus interlocutores, mientras que otros despertaron sus críticas, sin que el presidente ocultara su opinión negativa. En relación con una futura cumbre entre Putin y Trump, tras la cancelación de una reunión previa en Budapest, Ushakov indicó que la posibilidad depende directamente de los avances que se logren concretar en el actual proceso de paz.
En el encuentro, Witkoff no estuvo solo; lo acompañaban una traductora y Jared Kushner, asesor y yerno del presidente de EE. UU. Fueron recibidos por Kiril Dmítriev, el emisario económico del Kremlin, a quien parte de la prensa considera coautor de un plan de 28 puntos catalogado como prorruso por Kiev y Occidente. La reunión se vio ensombrecida por la filtración de conversaciones telefónicas entre Witkoff y Ushakov, y entre este último y Dmítriev. Según informes, Witkoff recomendó que Putin contactara a Trump antes de que este se reuniera con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca a mediados de octubre, encuentro en el que Zelenski solicitó el suministro de misiles Tomahawk.
Previo a la reunión, Putin conversó con la prensa local y acusó a Europa de “bloquear todo el proceso de paz”, manifestando que se abstienen de negociar y, a la vez, ponen obstáculos al presidente Trump porque “no tienen agenda de paz. Están a favor de la guerra”. El presidente ruso denunció que los países europeos, mencionando a Francia, Alemania y el Reino Unido, incluyen en el plan de paz “exigencias que para Rusia son absolutamente inadmisibles”, buscando así culpar a Rusia por el estancamiento del proceso. Sin embargo, en un claro mensaje de preparación para una confrontación prolongada si sus demandas no son satisfechas, Putin llamó al Ministerio de Defensa a alistar al ejército para el “general invierno”, asegurando que “los hombres deben recibir todo lo necesario”.
































